"...Nuestra salvación viene de algo pequeño y vulnerable, de algo que apenas se nota. Dios, que es el creador del Universo, viene a nosotros en la pequeñez, en la debilidad, en lo oculto.
Para mí, este es un mensaje lleno de esperanza. De algún modo, sigo esperando acontecimientos grandes e impresionantes que me convenzan a mí y a los otros del poder salvador de Dios...
...Si no veo los pequeños signos de la Presencia de Dios (la sonrisa de un bebé, el juego despreocupado de los niños,las palabras de ánimo y los gestos de amor que ofrecen los amigos), permaneceré siempre expuesto a la tentación de la desesperanza.
El niño de Belén, el joven de Nazareth, el hombre desnudo de la cruz, él pide mi atención completa. La tarea de nuestra salvación se lleva a cabo en medio de un mundo que continúa gritando y abrumándonos con sus demandas y promesas. pero la promesa se esconde en la rama que saldrá del tronco, una rama a la que nadie le presta atención.
Hace tiempo vi una película sobre la miseria humana y la destrucción que provocó la bomba de Hiroshima. Entre todas las escenas de terror y desesperación, sobresalía la imagen de un hombre escribiendo serenamente una palabra en caligrafía. Toda su atención estaba puesta en escribir esa palabra. La imagen transformaba la espantosa película en una llena de esperanza. ¿No es eso lo que Dios está haciendo? ¿Escribiendo la palabra divina de la esperanza en el medio de nuestro oscuro mundo?"
Henri Nouwen - Semillas de Esperanza.
(a propósito de "tiempo de espera" estuve releyendo las primeras entradas del blog, entonces era un tiempo "personal" de espera; si querés podés releer aquellas entradas en este, un tiempo de espera distinto, más compartido, más de todos.)
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