domingo, 24 de agosto de 2014

PARA LA GUERRA NADA

Hoy quiero compartir en este espacio una idea de Marta Gómez, una cantautora de un corazón hermoso como su arte, que abrió una posibilidad: un canto que se va construyendo entre muchos, las ideas de muchos, el latido de tantos, de diferentes países, sumando mil motivaciones para la alegría y la paz, y PARA LA GUERRA NADA.

Comparto textual lo que hay en la página y uno de los 2 videos que ya están en you tube:






¡Cuánta creatividad desperdiciada hay en una guerra!

¡Cuántos cerebros trabajan sin descanso para inventarse un instrumento que sea más veloz, más eficaz, más potente!

¡Cuán distinto sería el mundo si sólo se usara nuestra imaginación para crear cosas que nos hicieran más felices!

Hoy he invitado a amigos artistas de todas partes, a cantarle a la vida y a decirle, a gritarle, a cantarle al mundo que no queremos ser parte de esta guerra ni de ninguna otra, nunca más. Empecé con un verso y a ese verso se le fueron sumando otros y luego otros y así, nuestras voces se hacen fuertes y cantan a coro “para la guerra, nada.”

Marta Gómez


martes, 19 de agosto de 2014

ObedecerLe a la Vida


Sorpresa y novedad parecen ser las "maestras" de esta parte del camino.
Me siento atenta, alerta, expectante. 
Es tiempo de cambiar el ritmo de los pasos, respirar más hondo, acallar los ruidos y las palabras para poder ESCUCHAR.
Abandonar el control. Soltar los mapas. Aventurarse a vivir con ojos nuevos.
Perder seguridad. Desconocer lo que viene y no temer. Dejar de medirlo todo. Caminar. Ser uno mismo. 
Vaciarse de razonamientos y explicaciones. 
Re-aprender a disfrutar del andar. Reír. Celebrar. Agradecer. 
Sentirse desafiado a una alegría más profunda, invitado a crecer en libertad, animado a la esperanza, llamado a una Obediencia mayor que mucho tiene que ver con Vivir una vida que valga la pena ser vivida.

domingo, 3 de agosto de 2014

Encrucijadas del camino...

Las encrucijadas del camino nos ponen de cara a decisiones que tenemos que enfrentar y asumir.
Tengo maestría en elegir el camino equivocado, aunque la buena noticia para mí siempre ha sido que pasos más adelante se me han abierto regresos al buen rumbo; y mejor noticia es que finalmente creo haber aprendido algo.

Algunas veces tengo la impresión de que los caminos son circulares. Uno vuelve una y otra vez a parecido paisaje para, en una de esas vueltas, aprender lo que debía aprender.

Hay caminos en el cruce que se presentan tentadores, al menos en relación a la perspectiva que traíamos. Uno siente casi un impulso por saltar sin más hacia ellos, traer un poco de novedad, de aventura, de movimiento. 

Es ahí donde uno debe descargar el equipaje, despojarse de todo el peso que viene trayendo en la espalda o dentro, tomarse un tiempo en calma, serenar los sentimientos, y recordarse a dónde estaba yendo, qué caminos lo llevan a ese lugar, y si vale la pena cambiar el rumbo. 

Aquí es momento de ser muy cauto, muy verdadero, no seguir espejismos

Para algunos la encrucijada se presenta como oportunidad de cambio, de seguir impulsos del corazón, de sentirse abismado a situaciones y sensaciones que hace tiempo no tenía. Para otros es la oportunidad de una mayor fidelidad a la vida que se quiere vivir, aunque parezca poco novedosa, demasiado predecible, hasta aburrida.

Unos y otros conviven dentro nuestro. Es necesario hacerlos dialogar, recordar, evaluar, razonar, sentir juntos; para que la decisión que al fin se aborde, lo lleve a uno TODO ENTERO por el camino que elija. Y poder entonces asumir el camino, hacerse cargo.

Y después de decidir, entonces sí:  retomar la marcha, tranquilo, hacia adelante, con la mirada en alto y disfrutando a plena luz del regalo que se nos da.  Perder de vista de una vez  la otra posibilidad que se nos presentaba, dejarla atrás, no era para nosotros. TODO no se puede. Elegir es renunciar. Y a veces renunciar es el mejor camino.

Si uno siente paz dentro, es que seguro eligió bien.





Levantar la mirada II...


Lo que sé de la experiencia de correr en una maratón es que se trata más de una batalla de superación personal, que de una carrera contra otros. Se trata de correr, de seguir, de llegar a la meta -sin importar si se llega primero o último-, de seguir a pesar de los cansancios y de que parezca que no se puede más. Se trata de haberse preparado y de ponerse a prueba para siempre aprender, para nunca dejar de intentar, para ser conscientes de nuestra limitación pero sobre todo de nuestra posibilidad. Se trata de poder tomar decisiones, a veces de improvisar frente a lo que no habíamos tenido en cuenta, frente a lo que va aconteciendo fuera de los planes. De saber ir graduando las energías y el esfuerzo. Se trata de que el cuerpo despliegue su energía y toda la coordinación posible. Se trata, quizás con más intensidad, de que la mente no se distraiga con recuerdos de otras carreras ni con la ansiedad por saber que sucederá en los tramos que siguen. Se trata de un movimiento apasionado por ir hacia adelante, por no rendirse, por ponerle mucho corazón.

Uno no corre solo, aunque parezca.
El arsenal de recursos personales con el que se llega a la pista no sería suficiente sin el aliento de familia, amigos, aficionados, curiosos que desde el costado de la pista aplauden y apoyan los propios pasos.
Uno no corre solo. 
No transita solo el camino.
No atraviesa solo la prueba.

Levantar la mirada es mi propia maratón. Hasta el último día de mi vida será así. 
Sé que muchas veces diré "no puedo más y aquí me quedo", e iré delante a fuerza del coraje que seguirá regalándome mi "equipo de apoyo".
Sé que para algunos, yo misma puedo ser parte de ese equipo que acompaña para que no abandonen, para poder espejarles su valor, para recordarles que SÍ PUEDEN.
Sé que vale la pena seguir, aunque a veces tocan tramos más complicados, en pendiente, en terreno difícil; sé que valdrá la pena continuar aunque la tentación del sinsentido llegue en algunas etapas; sé que han valido la pena las caídas, las fatigas, la soledad experimentada algunas veces.
Sigo andando, gracias  a los que van esperanzando mis pasos, a los que me recuerdan de mil modos, que no vale la pena darse por vencido.
Respiro hondo.
Sigo..................................................................................................







sábado, 2 de agosto de 2014

Levantar la mirada


Me caigo, duelo, me quejo,
lamento, rabio, lloro;
traiciono.


Lastimo, agredo, distancio,
pierdo, rasgo, desluzco,
renuncio.


Desespero, hundo, tiemblo,
lloro de nuevo, silencio,
paro.


Pienso, busco, sereno,
respiro, descanso, recupero,
sano.


Siento, salgo, aireo,
enternezco, recibo, abrazo,
recreo.


Vivo, conecto, escribo,
canto, camino, reparo,
sonrío.


Escucho, unifico, estoy,
recupero, rezo, soy,
levanto 
                          ...la mirada.








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