Cierro los ojos antes de empezar a escribir.
Me tiembla el corazón, me laten las manos, lloran la memoria y el futuro inmediato condensados en un único instante, por la alegría que desborda ante una verdad que empieza a dibujarse en el paisaje que tengo al alcance de un anhelo/deseo: "no hay sueños imposibles".
Ahora sí. Me tiembla el corazón de felicidad anticipada. No sé explicarlo de otro modo. Hay temblor por dentro, un cimbronazo de alegría, es así.
Supongo que el latir de las manos es el modo que tiene el cuerpo de decirme que con el sueño delante, visible y tangible, ahora hay que hacerse cargo de todo lo que viene con él. Es tiempo de arremangar las ilusiones e ir amasando ya, la forma real de aquello que está dejando el mundo de lo abstracto.
Lloro "a lágrima viva, a chorros", lloro "el sueño", en el decir de Oliverio G.; a moco tendido diré en un tono más familiar. Lloro de increíble, de sorpresa, de demasiado, lloro de complicidad, de amor, de posibilidad. Lloro de POSIBILIDAD, sobre todo, eso.
Hace años (casi 30 ya) tuve un sueño, de esos de ojos abiertos. Quizás uno de mis pocos sueños "materiales". Hasta ahora el sueñito late dentro; ha ido mutando aunque no en esencia, ha ido grabando a fuego algunas motivaciones, se ha despojado de otras; ha ido acompañando etapas e historias, ha provocado algunos pasos personales, ha sido un germen de deseo tan precioso que se me hace que el sueño es a mi corazón (como centro vital) lo que la luna al sol; un satélite que acompaña y brilla con mi mismo vivir, como si no pudiera entenderse mi latir sin este soñar.
Ahora parece que se cumple, que ya "casi", que la espera me tiende un puente para que al fin "sea".
Así como cuando se lanza una piedra al agua, van dibujándose círculos cada vez más grandes de alegría expansiva y compartida con aquellos que ya van siendo parte de la sorpresa-noticia. Y soy feliz también por eso, por descubrir que hay otros, muchos, celebrando conmigo lo posible. Y lo quiero agradecer con el corazón así, explotado, tembloroso, emocionado y feliz, porque las personas que hacen fiesta, son las mismas que sostuvieron la esperanza en estos años, los que me anunciaron muchas, muchas veces, que habría un tiempo oportuno también para mí.
Entonces, un dia de estos...
ME VOY A ITALIA!!!!!
2 comentarios:
yo no tengo dudas que a la gente noble y buena de corazón ,siempre DIOS la sorprende , cada día con pequeños momentos cotidianos pero un día se expresa a lo grande y convierte sueños en realidades... rezo y acá estas cerquita mio y de mi corazón y tu alegria tambien es parte de mi alegría, de mis esperanzas de ese lindo levantar la mirada y encontrarnos un 26 de enero hecho realidad en un abraazo. te quiero Anita!!!!! que increible , casi sin conocernos y sentir que sos parte de las cosas que no son "cosas", importantes de mi pequeña vida
Gracias Mariiii!!!! Vos sabes cuanto hay en este sueño-deseo. gracias por celebrar, por alegrarte conmigo, por lo compartido en la distancia. GRACIAS!!
te quieroooo!!
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