jueves, 30 de agosto de 2007

De FaRos En La NoChe II ...

Historia de un faro
(Mamerto Menapace, publicado en La sal de la tierra)

El velero había salido lleno de euforia y de esperanza del puerto de Buenos Aires buscando el Pacífico. Pero al llegar hasta allí no tenía más remedio que bordear la tierra en busca de la brecha que por el Cabo de Hornos le permitiera torcer hacia la derecha rumbo hacia el mar grande. Por eso puso confiado proa al sur, aunque su meta fuera el oeste.
Pero el cambio de rumbo no se hizo. Tal vez se navegaba con las velas demasiado desplegadas. Tal vez fuera de noche cuando se pasó frente a la brecha. A lo mejor sucedió durante una tormenta. No sé. Lo cierto fue que se continuó al sur, rumbo al frío, rumbo al polo.
El error se fue haciendo duda a medida que subía a la conciencia. Una vez plenamente instalado en la conciencia, la duda floreció en angustia.
El pobre velero se encontró rodeado por los témpanos, por el frío, las tormentas y un sol lejano que cada vez se alejaba menos del horizonte. Entonces fue cuando se tuvo conciencia de haber equivocado el rumbo. De estar marchando hacia la nada, hacia el vacío del frío y de la muerte. Se le preguntó a la brújula: pero la brújula había enloquecido. Porque en el polo las brújulas enloquecen y comienzan una danza que contagia a los marineros.
Ya no tenía sentido seguir. ¿Para qué? Si cada esfuerzo hacia adelante era un paso hacia la nada fría de la muerte. Algo que embretaba aún más entre los hielos, la oscuridad y las tormentas.
Se quiso preguntar a las estrellas. Pero las estrellas revoloteaban en círculo alrededor de un polo cósmico invisible lo mismo que los albatros alrededor del mástil del velero. En el polo, las estrellas no nacen ni mueren, simplemente giran equidistantes al horizonte. Allí, cerca del polo, poner proa una estrella hubiera sido simplemente girar sobre sí mismo.
Entonces ¿nada había ni en el barco ni en el cielo, que fuera capaz de devolver el rumbo? Porque el hecho de no saber dónde se estaba, quitaba todo sentido a lo que se tenía. Los grandes puntos de referencia eran todos ambiguos. Porque en el polo todo es ambiguo, hasta el mismo movimiento.
Y fue entonces cuando se recibió el mensaje.
Tres cortas… una larga… silencio. Tres cortas… una larga… silencio. Tres…
El brillo intermitente despertó la curiosidad de esos hombres hambrientos de señales. No. No podía ser una estrella; porque ese brillo estaba allí, sobre la misma línea horizontal que ellos. Participaba del movimiento de las mismas olas, rodeado por los mismos témpanos y el mismo desamparo del frío y las tormentas. Tenía que ser un signo de presencia humana. Era un faro.
Y el faro continuaba fiel al ritmo de sus intermitencias: tres cortas… una larga… silencio. Tres…
Y esos marineros aturdidos por el ruido y la tormenta que silbaba en el cordaje de sus mástiles hubieran preferido que en lugar de ese silencio, el faro les enviara una palabra con la que se identificara a sí mismo y los ubicara a ellos. Pero el faro en su soledad tenía sólo un medio para comunicarse y manifestar su identidad: la fidelidad al ritmo de sus intermitencias. Y continuó lanzando sobre la tormenta, las olas y los témpanos, su mensaje de luz con pañales de silencio.
¿Desembarcar en el faro? Era imposible. En esas latitudes los faros anidan en arrecifes. La palabra esperada estaba oculta en el silencio del velero mismo. Porque el velero contaba entre sus bienes con un libro de faros. Y fue allí donde los marineros fueron a identificar el mensaje de ese faro. Y fuer gracias a la fidelidad precisa y silenciosa a sus intermitencias por la que los marineros, mineros del silencio de ese libro, ubicaron la identidad del faro y con ello un punto de referencia para su propia posición. Entonces cada cosa antes incoherente, aportó su pequeño mensaje provisorio: la posición del sol en el horizonte, la hora del reloj, la danza de la brújula, y hasta las mismas estrellas.
Se supo que se estaba proa al polo. Y se viró en redondo. Y con ello los marineros supieron que el velero se había salvado. O mejor, que para ese velero comenzaba la oportunidad de salvarse.
Porque esa conversión profunda, aparentemente no había cambiado nada en la geografía concreta de su navegación. Seguían rodeados por los témpanos, el frío, las olas y los vientos. Su conversión no les había cambiado de geografía; simplemente los había colocado proa hacia una nueva dirección. Antes, seguir era avanzar hacia la muerte, hacia el frío del polo y de la nada. Ahora, navegar era avanzar hacia la luz, hacia la vida, hacia el encuentro con los demás hombres. Era regresar hacia su pueblo, dejando atrás la geografía del reino de las sombras. Pero allí los dos rumbos participaban aún del mismo medio externo. Y tal vez el esfuerzo para avanzar fuera ahora aún mayor que el anterior. porque había que hacer frente a todo eso que los había conducido hasta allí. Pero la diferencia estaba en que ahora los esfuerzos tenían sentido porque conducían a la vida. Porque entre los navegantes, lo que desanima no el tener que hacer esfuerzos, sino el que esos esfuerzos sean gestos vacíos de sentido.
Poco a poco fue quedando atrás toda esa geografía polar. Poco a poco las estrellas fueron inclinando sus órbitas buscando el horizonte, y la brújula fue estabilizándose. Y con ello se reentró en el mundo de las exigencias normales de la navegación a vela. Se siguió navegando con fidelidad a esa ruta, proa hacia esa meta donde muerte el sol.
Allá quedó el faro. Exigido por la fidelidad al ritmo de sus intermitencias, a su geografía polar y a su silencio. Porque el misterio personal del faro exige fidelidad a su arrecife, y un profundo respeto por la ruta personal de cada navegante.
Lo que no quita que a veces sufra de nostalgia al recordar a los veleros.

De FaRos En La NoChe I ...

Qué difícil se hace a veces, en medio de la más cerrada de las noches, estar atento a esa luz - faro que nos vaya marcando rumbo.
Cuántas veces nos gana la desesperación, la impaciencia, el desánimo...
Queremos encontrar la "ruta" y no nos animamos a adentrarnos en nuestras propias noches-miedos, noches-dudas, noches-culpas...
Queremos encontrar ese camino de regreso, y nos cuesta confiar del todo en esas luces que se dejan ver solo segundos en la espesa noche.
Qué dificil reconocer que en la noche, despojados de todas nuestras seguridaes y certezas, de todo lo que sabemos y "vemos"...está el mejor lugar para encontar el camino de regreso, que no está fuera...está solamente en uno mismo.
Dejo un canto de Jorge Drexler, que me gusta y que tiene muchas imagenes que pueden ayudar; sobre todo cuando creemos que ciertas "noches" no tienen sentido: no es la luz lo que importa en verdad, son los doce segundos de oscuridad.


Gira el haz de luz/para que se vea des"de alta mar/Yo buscaba el rumbo de regreso/sin quererlo encontrar.Pie detrás de pie/iba tras el pulso de claridad/la noche cerrada, apenas se abría,se volvía a cerrar./Un faro quieto nada sería/guía, mientras no deje de girar/no es la luz/lo que importa en verdad/son los 12 segundos de oscuridad./Para que se vea desde alta mar...De poco le sirve al navegante/que no sepa esperar./Pie detrás de pie/no hay otra manera de caminar/la noche del Cabo/revelada en un inmenso radar./Un faro para, sólo de día,/guía, mientras no deje de girar/no es la luz lo que importa en verdad/son los 12 segundos de oscuridad.

martes, 28 de agosto de 2007

DeJarSe AbraZar En El DoLor...

Quiero dejarte hoy, PALABRAS-ABRAZOS.

Te ví a los ojos mientras me contabas tu tristeza, y sentí mientras me hablabas, que era yo quien sanaba en algún punto. Supe que no tenía palabras apropiadas que decirte, porque tenés todas las razones para estar triste, para sentir que la fuerza se agota, que todo esto NO es justo.


Tuve ganas de abrazarte y decirte que se puede esperar, que tiene sentido, y que la esperanza es lo último que se pierde (como puse por ahí). Decirte que hay que confiar, tener fe. Decirte que "esto también pasará". Decirte que estoy, que te quiero, que acompaño de cerca tu dolor y tu lucha de hoy.


Pero mientras hablabas y se me cruzaban frases de este estilo por la mente, me conectaste con mi propio dolor abierto, con mi propia esperanza puesta a prueba, con mi limitación frente a la paciencia, la calma, la aceptación de ciertas cosas. Y desde el conectarme con esas limitaciones, pude ser conciente una vez más de que lo imprescindible en este trecho del camino es "dejarse abrazar por Dios". No importa si le reprochamos cosas, o no le dirigimos la palabra; lo que importa es dejarse abrazar y sostener por Él.


La imagen bien linda que acompaña esto, la dejó un amigo de "blog"-Amigos de Thomas Merton- , y la puse solamente para compartirla con vos (permiso Manuel); pero es que a mí me dio tanta paz que la pongo solo con el deseo de que te llegue a vos también esa paz que da el sabernos abrazados y sostenidos de esa forma.


Levantar la mirada, también es abrir el corazón para dejarnos sanar, calmar, cuidar, abrazar!


Gracias, muchas gracias por compartir!


domingo, 26 de agosto de 2007

ExiLiO...



“En donde quiera que se viva,
como quiera que se viva,
siempre se es un exiliado”
(Álvaro Mutis)






Más de una vez me siento expulsado


y con ganas de volver al exilio que me expulsa


y entonces me parece que ya


no pertenezco a ningún sitio, a nadie


¿será un indicio de que nunca más


podré no ser un exiliado?


¿qué aquí o allá o en cualquier parte


siempre habrá alguien que vigile y piense


éste a qué viene?


Y vengo sin embargo


tal vez a compartir cansancio y vértigo


desamparo y querencia


también a recibir mi cuota de rencores


mi reflexiva comisión de amor


en verdad a qué vengo


no lo sé con certeza


pero vengo



(Mario Benedetti)


y yo...

sábado, 25 de agosto de 2007

Remansos...

No por nostalgia. No por anclarse en el pasado. No por evadir el presente. No por eso. Sino porque en la memoria, en el recuerdo de personas y situaciones concretas, de pasos y compañeros de camino en algún trecho, en el recuerdo de los “buenos tiempos”, en el recuerdo incluso de lo que soñábamos entonces, uno entra en esos REMANSOS aquietados, serenos, transparentes, refrescantes, nutrientes…y muchas cosas recuperan frescura y transparencia.
Esos remansos nos sostienen, cuando ciertas cosas amenazan secarnos, sacarnos del cauce, quitarnos sentido, alegría, paz, hondura.


Te invito a hacer memoria de las cosas que te hicieron bien, memoria de comienzo, memoria de afectos, memoria de alegrías y pasos fuertes; no para aferrarse a ellas, sino para volver a poner el corazón y la mirada en dirección a lo que nos ayuda a vivir más plenamente, que no impulsan a vivir una vida que valga la pena ser vivida. (G.H.)

Dejo un texto de Mamerto Menapacce, de Madera Verde, Remansos

“…Porque es evidente que en nosotros hay remansos de eternidad que no pertenecen a la corriente fugitiva de nuestra conciencia despierta. Tiene nuestra memoria remansos quietos y profundos, donde el agua de los recuerdos remolinea sobre sí misma y cava hondo. Incluso pueden ser peligrosos para aquellos que solo saben respirar en la superficie. Pero para los seres que saben de profundidades, llegan a convertirse en zonas de refugio y fecundidad.
Cuando la seca aprieta y el cauce se corta, sólo los pozos cavados por los remansos siguen permitiendo la vida. Allí el agua es abundante y fresca. Porque suelen llegar hasta la vertiente oculta, río profundo que no se ve pero que es más real que aquel que corre por la cara visible de nuestra geografía.
Cuando el sol reseca e ilumina el cauce gredoso de nuestro curso, los remansos de eternidad de nuestra memoria continúan reflejando el cielo, como ojos profundos y quietos. Y el diálogo entre la tierra y el cielo continúa…”


Doy gracias por cada "remanso fresco" que me ayuda a seguir andando.

viernes, 24 de agosto de 2007

PaLaBrA.


Si hay algo que verdaderamente me ayuda a "levantar la mirada" es la Palabra. Trato de crecer en esta escucha. Lo más lindo de todo es saber que Dios nos sigue hablando, aún cuando no entendamos del todo, cuando nos parece que no escuchamos nada...Él es fiel y no se desentiende de nuestra historia con todo lo que traemos dentro. Gracias P.Horacio por aquello que nos dijiste una vez: "Lo importante no es QUÉ nos dice, sino, que NOS DICE".

Estas, definitivamente, son palabras de ESPERANZA.


Isaías 35
1 ¡Regocíjese el desierto y la tierra reseca,alégrese y florezca la estepa!

2 ¡Sí, florezca como el narciso,que se alegre y prorrumpa en cantos de júbilo!Le ha sido dada la gloria del Líbano,el esplendor del Carmelo y del Sarón.Ellos verán la gloria del Señor,el esplendor de nuestro Dios.

3 Fortalezcan los brazos débiles,robustezcan las rodillas vacilantes;

4 digan a los que están desalentados: "¡Sean fuertes, no teman: ahí está su Dios!Llega la venganza, la represalia de Dios: él mismo viene a salvarlos".

5 Entonces se abrirán los ojos de los ciegos y se destaparán los oídos de los sordos;

6 entonces el tullido saltará como un ciervo y la lengua de los mudos gritará de júbilo.Porque brotarán aguas en el desierto y torrentes en la estepa;

7 el páramo se convertirá en un estanque y la tierra sedienta en manantiales;la morada donde se recostaban los chacales será un paraje de caña y papiros.

8 Allí habrá una senda y un camino que se llamará "Camino santo".No lo recorrerá ningún impuro ni los necios vagarán por él;

9 no habrá allí ningún león ni penetrarán en él las fieras salvajes.Por allí caminarán los redimidos,

10 volverán los rescatados por el Señor;y entrarán en Sión con gritos de júbilo,coronados de una alegría perpetua: los acompañarán el gozo y la alegría,la tristeza y los gemidos se alejarán.


"Me has seducido Señor, y yo me dejé seducir!¡Me has forzado, y has prevalecido!" Jer 20,7

RESISTIR...


Desde hace unos días la idea de RESISTIR da vueltas por dentro. Me doy cuenta que no solo la idea, sino que en varias oportunidades a distintas personas les hablé de resistencia. Y claro, empiezo a querer ordenar esas ideas, y me cuesta. Sé de qué resistencia hablo, pero no sé si los demás lo entiendan. Alguien me dijo que resistir era haber bajado la guardia y alargar el final (¿?), otro dijo que resistir era atrincherarse. Creo que eso es resignación no resistencia. Entiendo por resistencia, más bien todo lo contrario.
Mi manera de resistir es, sabiendo que hay circunstancias que no están en las manos de uno y que hay tiempos que quizás no sean los más oportunos, seguir de pie y confiando en lo que vendrá.

Algunos dolores originados en mis propias fragilidades y pasos equivocados; en la gran impotencia que siento frente a situaciones que veo y me sobrepasan; en la ausencia inmediata de respuestas frente a cosas que me cuesta aceptar; en despedidas definitivas; en la distancia de lugares que eran propios; en cierto “exilio” asumido de a poco aunque doliente… todos esos dolores me gritan que ¡resista! Y voy entendiendo ahora que la verdadera RESISTENCIA, y la más profunda fortaleza emerge solamente cuando uno ha llegado al fin de las fuerzas que creía tener. Ahí, en donde todo en uno queda hecho pedazos, donde uno mismo se ve despojado de lo más legítimo, de lo que creía, de lo que pensaba, de lo que soñaba, de lo que deseaba, de lo que buscaba, de la voluntad incluso…es ahí, en la nada más grande y en la ausencia más profunda de sentido, de esquemas aprendidos, y de miles de sentimientos encontrados en donde todo comienza a reconstruírse dentro con un sentido mucho más hondo, desde una mirada absolutamente nueva, con un corazón purificado. Sé que el camino no es fácil, que hay mucho por aprender, por dejarse transformar. Hay mucho por perdonar y perdonarse. Hay mucha oportunidad delante para ejercitar la paciencia. Hay mucho aún por aceptar y más aún por desaferrar. Pero por sobre todas las cosas, sé que hay mucho por esperar.
Sé que de esto se trata asumir y afrontar la palabra de la cruz-resurrección. No hay otro camino posible.
Mientras escribo, doy un paso más. Pienso en el dolor de algunos que me abrieron el corazón en este tiempo. Pienso en sus impaciencias, en su impotencia, en la tristeza de algunas miradas, en su propia falta de respuestas, en el desencanto, en la desesperación que otros viven. Intuyo que los dolores se parecen aunque sean distintos. Y entonces desde los míos, quiero regalarles mi propio grito hecho aliento que anime y que sostenga ¡RESISTAN!



"CORTARAN TODAS LAS FLORES, PERO NO PODRÁN DETENER LA PRIMAVERA"

miércoles, 15 de agosto de 2007

Solo MARÍA...

Para que la tengamos presente de manera especial hoy.
Una imagen de María que me gusta y que me ayuda a rezar.
Que al mirar los ojos de Ella, puedas ser parte del abrazo,
y sentirte muy acompañado en todo lo que vivís.

De TiemPos...EsPeRas...y BúsQueDas...


"La doma del Corazón"

por Mamerto Menapace, publicado en Cuentos Rodados


Me has seducido, Señor Dios, y yo me dejé seducir;

me has agarrado, y me has podido

Jeremías 20, 7

Frente al actuar de Dios, hay como dos tiempos.

Primero un tiempo de rumia y de intimidad; y luego otro tiempo de acción y de fidelidad. Cierto que a veces Dios puede invertir esos dos tiempos. Nos hace partir ingenuamente en una actitud de acción en la fidelidad, para luego llevarnos a esa rumia peleada en la intimidad. Y puede suceder que a veces hasta nos entrevere las dos realidades, que tienen así que ser vividas a la vez en una fidelidad clara por fuera, y en una lucha profunda y oscura por dentro. Pero suele ser frecuente la primera forma. Dios nos pone frente a un misterio exigente de nuestra vida. Nos llama a negarnos a nosotros mismos, a tomar nuestra cruz y a seguirlo. Nuestro corazón, tomado por sorpresa, no logra aceptarlo y se subleva. Y Dios nos invita a aceptar ese corcovear de nuestro corazón. Dios no se asusta de nuestra lucha por domar el corazón a fin de prepararlo para ladisponibilidad. El Señor Dios acepta la queja, la protesta, y hasta la blasfemia contra sí o contra lo nuestro. Porque el Señor Dios, como todo viejo domador, conoce que la mejor entrega es aquélla que previamente ha probado la incapacidad de resistir, en eso de agotar todos los recursos para liberarse de esa otra voluntad más fuerte. Esa otra voluntad que nos lleva a poner todo nuestro brío al servicio de algo. Tenemos así que comprobar, o hacerle comprobar a nuestro corazón, que Dios es tan ingenioso, o más, en eso de prever imprevistos, y en el no dejarse sorprender. Pareciera como que Dios quiere previamente mostrarle a nuestro corazón toda su capacidad de fuerza y toda su riqueza de recursos. La riqueza oculta en Dios, y también la riqueza que hay en el propio corazón. Una vez que el corazón haya comprendido la grandeza y la misteriosa fuerza de Dios, se animará al fin a poner su propia riqueza al servicio de la fuerza de Dios, y a trabajar en algo realmente positivo. Pero esa riqueza primero hay que descubrirla en la lucha por dentro con Dios. El corazón no perderá su brío. No señor, al contrario. La dura lucha de la doma habrá llevado hasta sus límites la experiencia de sus fuerzas y sus posibilidades. Pero al haber tenido que enfrentarlas con las de Dios, habrá también experimentado sus propios límites y habrá descubierto "lo más allá" de Dios. Su frontera de misterio, más allá de la cual aún sigue su fuerza, su grandeza y su inteligencia. Porque esa rica experiencia de la lucha lo dispondrá mejor para poner su propia fuerza y su instinto al servicio de la fuerza y del instinto inteligente de Dios.Sigo pensando que lo que construye al hombre no es la libertad, sino la disponibilidad para poner sus fuerzas y su libertad al servicio de algo… o de Alguien.
Mamerto Menapace. Monje benedictino del Monasterio Santa María de Los Toldos, desde el año 1959. Ordenado sacerdote el 4 de diciembre de 1966.Abad del Monasterio desde 1980 hasta 1992 (cumplió (dos períodos consecutivos de seis años).Reconocido escritor, ha publicado más de veinte libros de cuentos para el encuentro con Dios y el crecimiento en la fe.

viernes, 10 de agosto de 2007

"TieNes Que EnCenDer Una LuZ..."


Solo por hoy, un canto que me significa muchas cosas, en el recuerdo de los días en que lo aprendí, del recuerdo de un tiempo especial de noche y desconcierto; de hacer memoria de ciertos compañeros de camino que hicieron y hacen bien y que regalan desde hace tiempo algo de luz aún en medio de la noche. Alguien me dijo no hace mucho que "en la noche es donde mejor se encuentra"; y le creí aún antes de constatar ciertamente cuánta verdad escondida en lo que me decía.

No es fácil encontrar en la noche, exige poner en uso una mirada mucho más profunda, exige mucho más que el ver con los ojos...poner en juego todos los sentidos. Exige, salir del terreno conocido porque todo lo inmediato pierde forma.

Seguro te pasó alguna vez, entrar en algun lugar oscuro, y necesitar que los ojos se "acostumbren" a la penumbra para empezar a distinguir las cosas que ahi se encuentran. Es así entonces, inevitable tener que permanecer un poco en la penumbra antes de re-comenzar a ver.

Me quedo en la noche de algunos días, sabiendo que en la penumbra se me revelarán ciertas cosas que a plena luz pasan para mí, desapercibidas.

Me quedo, sabiendo, que alguien cerca me ayuda a mantener mis propias luces encendidas y el alma de pie.

Me quedo, creyendo que mi luz "por pequeña que sea" puede acompañar la noche de algún otro que ande cerca.

Me quedo, intuyendo, que la única manera de contemplar el amanecer, es atravesando la noche plenamente.



Tienes que encender una luz aunque sea pequeña
si ella se apaga este mundo será una tiniebla
Tienes que arriesgarte a creer y no cerrar más tu puerta
vale la pena su brillo aunque sea pequeña.

No permitas que la noche invada tu vida
hay mucha belleza en vos para que esté escondida
No le niegues a los otros tus ojos, tu amor, tu voz, tu alegría,
no te quites libertad ni borres tu sonrisa.

TIENES QUE ATREVERTE A VIVIR DE UNA FORMA DISTINTA
LLENARTE LOS OJOS DE AMOR SEMBRAR CADA DIA
Y VERAS COMO CAMBIA ESTE MUNDO
CUANDO SIN TEMOR ABRAS AL FIN LA PUERTA
Y MANTENGAS PRENDIDA TU LUZ
POR PEQUEÑA QUE SEA.

Y cuando la oscuridad te lastime muy dentro
deja brillar tu candil que puede ser eterno
solo podras ser feliz si te atreves a amar
sin medida y sin tiempo
manteniendo la llama encendida
a pesar de los vientos.

Si quieres te ayudo a cuidar tu pequeña chispa
hasta que sea llamarada que de fuerza y vida
hasta que tu corazón sea un signo de amor
para el que camina
y seamos muchos que tengamos
la luz encendida.


Dejo mi luz...por pequeña que sea.

Gracias Belén por hoy.

Gracias Alicia por hacerme recordar.

jueves, 9 de agosto de 2007

Dios es FIEL...


Hace un par de días me preguntaste si estaba escribiendo algo para el blog. Y la verdad es que tenía algunas cosas dando vueltas, que me parecía, podrían hacer bien. Pero lo escrito salía algo "forzado", y entonces decidí esperar a que algo adentro se "dictara solo" desde el corazón. Esta viene siendo una semana especial, de esas en que los sentires parecen estar todos a flor de piel: fácil para la risa y para el llanto. Por momentos siendo la "paciencia caminando", en otros la representación viviente de la intolerancia. Suelo ser así, no es lo importante. Lo importante es como uno va pudiendo conectarse con algo más hondo, incluso yendo más al fondo de las emociones, de los sentimientos encontrados, de los desánimos y cansancios, de la impotencia, de la desilusión o lo que sea. Más importante es el hecho de que hay otros de cerca regalando ciertas luces al camino. Y aún más importante es sentir muy de cerca, esa Presencia de Dios que sostiene y que salva cuando nos "hundimos" quizas por nuestra poca fe...Así decía una lectura de esta semana, de mis preferidas, Mt. 14, 22-33.

Me decías que también el desánimo te ganaba por estos días, y trato de animarte desde mi propio desánimo pasajero, y cada cosa que te digo, de paso, me la digo. En esto de levantar la mirada y no distraerse con algunas cosas, dí con unas palabras que me hicieron bien, dejo solo un par de renglones, pero les recomiendo especialmente leer este libro:


"Hay dos realidades a las que debes aferrarte. Primero: Dios ha prometido que recibirás el amor que has estado buscando. Y segundo: Dios es fiel a esa promesa. Entonces, deja de dar vueltas."
(Henri Nouwen, "la voz interior del amor")


Leer las entradas anteriores me hizo muy bien. ¡Gracias amigos por compartir!


domingo, 5 de agosto de 2007

SiLeNcIoS...

Me preguntás si aún estoy en “tiempo de silencio”. Te digo que casi no, que ya termina. No había caído en la cuenta de cuanto necesitaba este tiempo de no hablar (de ciertas cosas). No es que haya callado del todo, nadie me creería. Pero un poco de respiro vino bien. A veces hace falta…tomar cierta distancia, serenar las ideas, detenerse un momento. Descubro en el silencio a medias, como pude, que las cosas vuelven a su sitio -por dentro digo-, que el silencio es “sanante” en algún punto, quizás más que las palabras. Que como las palabras también hay…silencios oportunos, silencios sabios, silencios fecundos, silencios nutrientes, silencios que iluminan. Como ese canto que nos gusta, de E.Meana, lleno de esas palabras ensambladas que él inventa: Volver al humus/ Fondonutriente/ Silenciamiento/ Silencioscuro/ Silencioabrigo/ Silenciogesto/ Raízcallada/ Modocallado/ Mitierraoscura/ Tierraplacenta/ Mitierracuna…Volver al humus/ volveracasa/ volveralalma/…





Por hoy, comparto esto. Que estés bien!

viernes, 3 de agosto de 2007

Lo BuEnO De SeR FlExIbLeS...

Los árboles parecen fuertes, comparados con los pastos que crecen salvajes. Pero cuando viene la tormenta, los árboles son desarraigados, mientras que el pastizal, aunque el viento lo mueva de un lado para otro, sigue con sus raíces bien plantadas en el suelo y vuelve a erguirse cuando la tormenta pasa. La flexibilidad es una gran virtud. Cuando nos aferramos a nuestras posiciones y no dejamos que nuestros corazones sean movidos un poco de un lado para otro por las ideas o las acciones de los otros, es muy fácil que nos rompamos. Ser como el pastizal no significa que cualquier cosa nos parezca bien. Quiere decir que nos moveremos un poco con el viento que sopla en nuestros tiempos, mientras seguimos firmemente anclados al piso. Una rigidez sin humor, intensa, testaruda, con respecto a las cosas que suceden hoy puede quebrar nuestros espíritus y convertirnos en amargados.
Seamos flexibles, mientras seguimos estando profundamente arraigados.

(Henri Nouwen)

LlEgAr a La CiMa...


Dejo un poema de Hamlet Lima Quintana. En esto de acompañar y ser acompañado, a veces nos toca estar de un lado y a veces del otro. Que si es arriba podamos dar las manos y ayudar a subir, que si es abajo podamos reconocer las manos que nos tienden, y dejarnos ayudar... Y sea de un lado o del otro, podamos imprimirle sentido a cada paso.


Hay que llegar a la cima, arribar a la luz,

darle un sentido a cada paso,

glorificar la sencillez de cada cosa,

anunciar cada día con un himno.

Hay que subir dejando atrás el horror y los fracasos

arrastrarse y horadar la piel para ascender

y cuando por fin lleguemos a la cumbre

entonces, darnos vuelta

y estirar las manos hacia abajo

para ayudar a los que quedaron rezagados...

jueves, 2 de agosto de 2007

A LoS aMiGoS LeS aDeUdO La TeRnUrA...


Muchas veces en este "levantar la mirada" es vital la presencia fiel, tierna, delicada y firme de los amigos. Presencia manifiesta de mil formas...incluso en las "ausencias". Qué paradoja! Poder sentir la PRESENCIA del amigo en todo su esplendor justamente cuando toma distancia (al menos a nuestros ojos) solo para mostrarnos en signo bien concreto cuánto confía en nosotros. Creo en esos amigos, capaces de tomar distancia justa cuando nuestro propio crecimiento lo requiere. Creo en los amigos que confían en mis propios pasos, en los amigos que me quieren bien sin apegos especiales. Creo en los amigos que me ayudan a vivir una vida más plena haciendo que descubra lo mejor que hay dentro mío. Creo en los amigos que perdonan y animan a seguir aún después de los fracasos y los pasos equivocados. Creo en los amigos que en gesto gratuito...y digo GRATUITO...me regalan momentos porque sí, por el solo gusto de compartir, y aceptan también lo que gratuitamente traigo para dar. Creo en los amigos de las horas alegres y las tristes, de las horas de lucha y de descanso. Creo en los amigos de los detalles sencillos que dan vida, y que nos invitan desde su propia vida a LEVANTAR LA MIRADA.


Hace años, escribía esto: "creo en la amistad como un tesoro, don de Dios que no siempre merecemos, pero que por fortuna inevitable...llega".




Les comparto un par de textos muy lindos que encontré por ahí.



"Hace muy poco, estaba yo pasando un rato a solas con un amigo íntimo y al escucharle caí en la cuenta de la voz tan bella que tenía. Allí mismo le dije: la verdad es que nunca te lo he dicho y puede ser que tu mismo no lo hayas notado, pero el hecho es que tienes una voz bellísima, una voz muy musical. Ya sé que no eres cantor, y no se trata de eso; pero sin necesidad de que cantes, ya en el mismo hablar tu voz tiene un tono, un timbre, una suavidad, una riqueza,una musicalidad que deleita íntimamente al oído. Aparte de lo que dices, que siempre me gusta oír, sólo el escuchar el sonido de tu voz es ya un verdadero placer.


El, se quedó callado y pensativo un buen rato, y luego dijo despacio y con gran sentir:


yo no sabía que mi voz tuviera nada de especial. Nadie me lo había dicho. Ahora me alegra saber que mi voz es musical y que a tí te gusta. Gracias por decírmelo!


Y la melodía de su voz sonó aún más bella al decirme eso. Fue un pequeño incidente pero auténtico y lleno de sentido. Necesito alguien que me diga que mi voz es bella, que mi compañia es agradable, que mis pensamientos son valiosos, que mi vida merece la pena. Yo mismo con frecuencia, no reconozco mi propia valía, y mis mejores cualidades se me ocultan. Y aún cuando reconozco mis cualidades, mis logros y mis exitos, adquieren todos ellos una nueva luz y un nuevo valor, cuando los veo reflejados en el aprecio y el cariño de un amigo de confianza...El hombre se descubre a sí mismo en el diálogo con otros; el diálogo con un buen amigo es el mejor de los diálogos"




Lo que sigue, inspiró hace muchos años una canción que escribí a un Amigo (con mayúsculas, de los buenos). El texto es de Anthony de Mello...




"Dentro de mí suena una melodía cuando llega mi amigo, y es mi melodía la que me hace feliz; y cuando mi amigo se va me quedo lleno con su música, y no se agotan las melodías, pues con cada persona suena otra melodía distinta que también me hace feliz y enriquece mi armonía. Puedo tener una melodía o más, que me agraden en particular, pero no me agarro a ellas, sino que me agradan cuando están conmigo y cuando no están, pues no tengo la enfermedad de la nostalgia, sino que estoy tan feliz que no añoro nada. La verdad es que yo no puedo echarte de menos porque estoy lleno de ti. Si te echase de menos sería reconocer que al marcharte te quedaste fuera. ¡Pobre de mí, si cada vez que una persona amada se va, mi orquesta deja de sonar!"


Amigos, abrazo a cada uno! Y hasta tanto volvamos a encontarnos que Tata Dios los sostenga en la palma de su mano. Es bueno saberse tan BIEN acompañado en el camino de la vida.

miércoles, 1 de agosto de 2007

SoLo PoR hOy...(decálogo de la serenidad)

Esperanza...paciencia...y serenidad...


Casi nada. Paciencia entendida como esto de estar plenamente en el lugar y tiempo en el que se está, serenamente. La invitación es a leer, así muy despacio, este escrito del Papa Juan XXIII. Es bastante conocido, pero si uno no lo lee a las apuradas, "impacientemente" es un texto que dice mucho. Aquí lo dejo.



Sólo por hoy trataré de vivir exclusivamente el día, sin querer resolver el problema de mi vida todo de una vez.
Sólo por hoy tendré el máximo cuidado de mi aspecto, cortés en mis maneras, no criticaré a nadie y no pretenderé mejorar o disciplinar a nadie sino a mí mismo.
Sólo por hoy seré feliz en la certeza de que he sido creado para la felicidad, no sólo en el otro mundo, sino también en este.
Sólo por hoy me adaptaré a las circunstancias, sin pretender que todas las circunstancias se adapten a mis deseos.
Sólo por hoy dedicaré diez minutos de mi tiempo a una buena lectura, recordando que, como el alimento es necesario para la vida del cuerpo, así la buena lectura es necesaria para la vida del alma.
Sólo por hoy haré una buena acción y no lo diré a nadie.
Sólo por hoy haré por lo menos una sola cosa que no deseo hacer, y si me sintiera ofendido en mis sentimientos, procuraré que nadie se entere.
Sólo por hoy me haré un programa detallado. Quizá no lo cumpliré a cabalidad, pero lo redactaré y me guardaré de dos calamidades: la prisa y la indecisión.
Sólo por hoy creeré aunque las circunstancias demuestren lo contrario, que la buena providencia de Dios se ocupa de mí como si nadie más existiera en el mundo.
Sólo por hoy no tendré temores. De manera particular no tendré miedo de gozar de lo que es bello y creer en la bondad.
Puedo hacer el bien durante doce horas, lo que me descorazonaría si pensase tener que hacerlo durante toda mi vida.

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