martes, 31 de enero de 2012

Ser parte...

No importa bajo qué forma,
en qué terreno,
en qué condiciones...


...solo quiero ser parte
de Tu jardín.


miércoles, 25 de enero de 2012

MEMORIA del corazón...

Pintás una sonrisa de lado a lado en mi cara y en mi corazón.
Los recuerdos pueden hacer tanto bien al alma algunas veces.
Quiero decirte gracias en todos los idiomas, decirte que sos un regalo de la vida para mí. Un afecto que está entre los tesoros más lindos y especiales que la vida me ha dado a custodiar.
Nuestra historia se escribió con silencios tan llenos de cariño, tan llenos de amor. 
A veces las palabras se demoran tanto...tiene sentido que haya sido así. Para mí es un regalo que hoy explotaran, salieran casi casuales ¿Estaba escrito? Te gusta pensar que sí. Me gusta creer que no. Que aún cuando TODO ESTÁ BIEN ASÍ, de algún modo fuimos eligiendo, dando pasos, optando, renunciando... 
Encontramos amor y vivimos felices lo que nos ha tocado vivir. 
Sabe Dios cuánto me he preguntado en aquellos años qué hubiera pasado si alguno de los dos hubiera hablado, si un solo gesto hubiera tenido el coraje de explotar y expresarnos entonces... 

Me hace tan feliz saberte sinceramente amigo, saber que me quisiste tanto y el cariño sigue intacto más allá del tiempo y la distancia. Me hace feliz saberte feliz.

Aún si no nos viéramos nunca más, porque estamos lejos, quiero que sepas que en un lugar del mapa hay alguien que sonríe al pensarte.

Amigo mío, gracias por estar ahí...

(A mi amigo Gustavo Pe.)

lunes, 23 de enero de 2012

VACACIONES...(Viaje al centro de uno mismo)


Es tiempo de vacaciones, un tiempo oportuno para descansar, y más que aconsejable para viajar.
Pensar un viaje es de lo más lindo que  me ha pasado. Implica anticipar desde la idea misma un tiempo y espacio para disfrutar, conocer, descubrir, compartir...
Lo primero quizás sea pensar un destino. Y ahí la oferta es variadísima: promesas de diversión, de aventura, de belleza, de paz, de vértigo... Se promociona lo mejor, con detalle se nos muestra lo más encantador  de cada lugar (las agencias de turismo saben muy bien como hacer absolutamente deseable un lugar) Fotos fácilmente sospechadas de haber sido trucadas o "ayudadas" al menos a mostrar un recorte de lo que es poco menos que un paraíso terrenal. No nos bastarán ni álbumes completos de fotografías, ni relatos de otros viajeros, ni el mejor promotor de viaje para conocer en verdad tal o cual lugar. Cada quien hace su viaje, vive su experiencia, percibe desde su propio lugar interno lo que por fuera ve. Y eso es genial! Nadie puede hacer el MISMO viaje que uno, aún si fuera al mismo destino. Momento de VER...


Elegido el lugar, viene el momento de calcular los costos, la posibilidad real; ver si el valor que se me pide estoy dispuesto a pagarlo. Si el viaje vale la renuncia de todo cuanto he ido "ahorrando" durante tanto tiempo. Analizar cuidadosamente oferta y valor. Ahí es donde muchas veces la desilusión entra a escena: claro que era maravilloso ir a aquel lugar, soñado...pero no nos alcanza para ir tan lejos. ¿Ajustarse a lo propio? ¿Reducir a menos el sueño-deseo? ¿Embargar los siguientes ahorros por larguísimo tiempo con tal de cumplir ese sueño? ¿Preguntarse si vale la pena? Momento de  PREGUNTARSE-CALCULAR...



Finalmente uno decide el destino. Siente cierto alivio de empezar a "resolver". Probablemente ahora, a sabiendas del sitio, intente familiarizarse mucho más con el lugar: busca en libros, en fotos, lee experiencias de otros viajeros, acumula direcciones y teléfonos útiles, empieza a creer que todo le será útil una vez allá. Libretas con anotaciones de todo tipo, lugares para comer, dormir, lugares que es imposible perderse de conocer estando ahí. Se asesora, pregunta, busca. Adelanta, en corazón y cabeza, el viaje (ellos siempre viajan antes que el resto de uno) 
MOMENTO DE OPTAR...




No menos importante es el armado de equipaje. Qué llevar pareciera en primera instancia ser la clave principal en el armado de las valijas, bolsos, mochilas, maletas. El intento por preveer toda y cuánta situación se nos pudiera presentar, lo pone a uno en la dificilísima tarea de hacer entrar en uno o dos bultos tooooodo lo que tiene: que si por si hace demasiado  frío, que si calor, que si falta tal o cual cosa, que si me aburriera, que si ...(en lista interminable) nos vemos de pronto guardando infinidad de cosas que jamás usamos ni usaremos, exceso, demasiado, mucho. Difícilmente quien encara un primer viaje descubra que mejor clave para armar el equipaje no es "qué llevar" sino "qué dejar". Verá así que con una mochila normal llevará mucho más que lo necesario, y no es poca previsión confiar en la Providencia. MOMENTO DE PREPARAR y CONFIAR...



Con todo casi listo, es tiempo de partir, de emprender la marcha, de aventurarse a la sorpresa, de dar pasos hacia algún lugar que no es ya cualquier sitio, sino que es parte de un sueño, un proyecto, una búsqueda, un deseo. Tiempo de aceptar también la posibilidad de que la realidad supere lo pensado y soñado, nos regale novedad; tiempo de aceptar imprevistos, sorpresa, lo no calculado. Tiempo de dejarse atrapar por la experiencia, aceptarse desilusiones si las hubiera, y animarse a descubrir paisajes menos promocionados. A veces estos últimos son los mejores!
MOMENTO DE LANZARSE A LA EXPERIENCIA...



Demasiadas preguntas tengo para el viaje al centro de mí misma, pero ahí voy; Quien lo oferta me hizo PROMESA de felicidad absoluta, los paisajes a veces no me resultan tan especialmente bellos y armoniosos a primera vista... Veremos, si Él invita...
Empieza un viaje "preparado", soñado, deseado...al corazón!
Prometo fotos a la vuelta!

Hasta entonces...


acerca de la Vida...


En el vientre de una mujer embarazada, dos gemelos sostienen una breve e interesante conversación porque uno de ellos es creyente y el otro ateo.


-El ateo: ¿Hermano, tú crees en la vida después del nacimiento?


- El Creyente: Por supuesto. Todos saben que hay vida después del nacimiento. Estamos aquí para crecer, estar fuertes, y prepararnos para lo que nos espera cuando salgamos.


- El ateo: ¡Tonterías! No puede haber vida después del nacimiento.
¿Puedes imaginarte como sería esta vida?


- El Creyente: No conozco los detalles y de momento no tengo mucha imaginación, pero supongo que fuera hay más luz. Tal vez allí caminemos y nos alimentemos solos.


- El ateo: ¡Qué disparate! ¡Es imposible caminar y alimentarnos solos! Tenemos el cordón umbilical que nos alimenta. Solamente quiero recordarte esto: la vida después del nacimiento es imposible, porque nuestra vida depende del cordón, y el cordón, es demasiado corto.


- El creyente: Estoy seguro que es posible. Sólo que será un poco
diferente. Quizá muy diferente.


- El ateo: Pero no hay nadie que haya regresado de allí, no te hagas ilusiones. La vida sencillamente se termina con el nacimiento. Y, sinceramente, la vida está llena de incomodidades en la oscuridad. Esto es demasiado estrecho para los dos.


- El creyente: No sé exactamente cómo será la vida después del
nacimiento pero en cualquier caso, vamos a conocer a nuestra mamá, ¡Y ella cuidará de nosotros!


- El ateo: ¿Mamá, has dicho? ¿Tú crees que tenemos una mamá? ¿Y entonces dónde está?


- El creyente: Ella está por todos lados, a nuestro alrededor, y
nosotros nos encontramos dentro de ella. Nos movemos por ella y
gracias a ella estamos vivos. Sin ella no existiríamos.


- El ateo: ¡Qué tontería! Yo no he visto una mamá así; por lo tanto no existe.


- El creyente: Yo tampoco la he visto. Pero cuando no me das patadas, y pasamos momentos buenos de tranquilidad, la oigo cantar; es una música dulce. Estoy deseando encontrarme con ella. Entonces, además de oírla, la veremos.

sábado, 14 de enero de 2012

Lo importante es el camino...

Konstantínos Kaváfis.

ÍTACA.



Cuando emprendas tu viaje hacia Ítaca

debes rogar que el viaje sea largo,

lleno de peripecias, lleno de experiencias.

No has de temer ni a los lestrigones ni a los cíclopes,

ni la cólera del airado Posidón.

Nunca tales monstruos hallarás en tu ruta

si tu pensamiento es elevado, si una exquisita

emoción penetra en tu alma y en tu cuerpo.

Los lestrigones y los cíclopes

y el feroz Posidón no podrán encontrarte

si tú no los llevas ya dentro, en tu alma,

si tu alma no los conjura ante ti.

Debes rogar que el viaje sea largo,

que sean muchos los días de verano;

que te vean arribar con gozo, alegremente,

a puertos que tú antes ignorabas.

Que puedas detenerte en los mercados de Fenicia,

y comprar unas bellas mercancías:

madreperlas, coral, ébano, y ámbar,

y perfumes placenteros de mil clases.

Acude a muchas ciudades del Egipto

para aprender, y aprender de quienes saben.

Conserva siempre en tu alma la idea de Ítaca:

llegar allí, he aquí tu destino.

Mas no hagas con prisas tu camino;

mejor será que dure muchos años,

y que llegues, ya viejo, a la pequeña isla,

rico de cuanto habrás ganado en el camino.

No has de esperar que Ítaca te enriquezca:

Ítaca te ha concedido ya un hermoso viaje.

Sin ellas, jamás habrías partido;

mas no tiene otra cosa que ofrecerte.

Y si la encuentras pobre, Ítaca no te ha engañado.

Y siendo ya tan viejo, con tanta experiencia,

sin duda sabrás ya qué significan las Ítacas.
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