domingo, 3 de julio de 2016

Habitados por la Belleza..

No es exagerado decir que la música y la poesía nos sostienen la historia. 
Hay algo en ellas que nos atraviesa el corazón. Así lo vivo yo al menos. 
No solo como compañeras en camino, no solo como el "fondo" en el que podríamos escribir lo nuestro, lo que nos acontece particularmente a cada uno. 
Son parte real de nosotros. Tengo la sensación de que otros y otras nos dicen, nos relatan, nos definen, nos advierten, nos dan luz. Nos hacen habitar ese paraíso de palabras y melodías con la familiaridad de quien pasa la tarde con una abuela, los vecinos de toda la vida, un hermano, un grupo de amigos, o el amor de la vida.
Hay una magia en la poesía y la música difícil de explicar. No es solo adentrarse en lo que otr@s, en distinto tiempo y espacio, quisieron decir de sí mismos y sus circunstancias; o lo que pudieron convertir en expresión artística a partir de la inspiración o el propio talento. Es otra cosa. Es un viaje. Una máquina del tiempo que nos reúne a los de antes, a los de ahora, y a los que vendrán cuando nosotros ya no estemos. El tiempo pierde sentido en este encuentro. O lo que es más, adquiere un sentido totalmente nuevo, quizás hasta más perfecto. Una fusión de espíritus que nos hacen sentir más humanos que nunca, más humanos que siempre. 
La categoría "siempre" me atrae especialmente ahora. 
Muchas veces he compartido en el blog poemas y canciones, cada vez han tenido que ver con algo que en mi propio corazón hacía eco. Cosas que me hubiera gustado a mí decir de ese modo.. Ahora pensaba que está bien que otros las hayan dicho por mí, porque en este "sentirnos uno" otras voces van nutriendo la nuestra, otros suspiros ensanchan los propios, otras nostalgias, amores, esperanzas... recuperan los que también nosotros hemos ido sembrando tierra-corazón adentro.

En esta experiencia de recuperación de cierto adn poético del que todos devenimos, del armado de un árbol genealógico particular que nos familiariza con las palabras y los sentires de todos los tiempos y lugares, participo de un espacio artístico que "nos" recupera un poco en cada homenaje que va transcurriendo en una propuesta presentada en formato de "viaje y estaciones".
Participo, y salgo voluntariamente del rol de espectador, ya que no hay pasividad en ninguno de los que aparecemos en la escena. La propuesta denominada "Por algo", llevada adelante por un par de artistas de mi ciudad (Fabio Herrera y Sebastián Echarry) presenta 9 estaciones, en un recorrido hermosísimo por los paisajes del alma -del poeta/escritor en cuestión y de la nuestra-; es la recuperación de la belleza, es el arte en favor de lo humano y no el arte como negocio o moda. 
Ayer fue "Estación Pizarnik". Intenso. Un viaje para no razonar, para dejarse llevar y abrir los ojos al paisaje que se fue pintando mientras tanto. Una calidez exquisita en el ambiente recreado. Un preparado detallado y delicado de cada secuencia. Un viaje para no perderse, un viaje para encontrarse, definitivamente.
Próxima estación Hamlet Lima Quintana. Habrá que ir "amuchando sentires" en el corazón para hacerle lugar a lo que viene.


F. Herrera - S. Echarry / Ciclo POR ALGO- MdP


De cuando el arte nos habita y se deja habitar. De eso escribo ahora.


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