Aprendo a despedir-te.
Acá estoy, con una sonrisa que no es del todo cierta, o sí, según como se mire.
No es lo mismo que estés a miles de km, sin contar un océano abriéndose al medio, y los años que serán, y la vida que seguirá su curso para cada uno.
Y no es lo mismo saberte al alcance de un micro y unas horas, que saberte tan lejos. Me decís que es "relativo", y yo te creo. Te creo todo y siempre.
Te abrazo y sonrío. Tengo ganas de llorar pero no estoy triste, es esto: no quiero despedirte.
Así que, el corazón decide y "no despide". Si estás dentro, aunque no te vea por un tiempo, y estás cerca, mucho más que algunos que veo todos los días; no sería cierto despedirte.
Aprendo a no-despedir-te.
Cada cosa de las que se nos han regalado compartir, te hace ser amigo, hermano, cercano, único para mí. Voy a honrar este lazo, eligiendo cada día aquello a lo que se me invita a dar mi sí, como vos.
Cada uno en lo suyo, haciendo de esta amistad y de todo lo compartido, una fuente fresca y vital en donde venir a buscar un poco de alivio y fuerza para el camino.
¡Amigo, te quiero!
Buen y feliz viaje...llegada y estadía!!
Ya tengo un motivo más para seguir soñando con Italia!
3 comentarios:
"¡FELICES LOS QUE ESTÁN LEJOS...PORQUE EN EL REINO DE LOS CIELOS NO HAY DISTANCIAS!"
UN ABRAZO SIN LÍMITES NI FRONTERAS...
Perdón Analía, soy Alicia y me salió anónimo. Tené paciencia conmigo y arreglá el comentario, Besos a las chicas.¡Tanto tiempo sin vernos!
jeje...gracias Alicia!
Y ya me había dado cuenta que eras vos.
Me gusta "en el Reino de los cielos no hay distancias", ya lo creo que es así.
Publicar un comentario