miércoles, 24 de octubre de 2007

Un NueVo CoMienZo...


Estoy leyendo varias cosas en simultáneo que me hacen bien. Y las leo no solo para mí, sino también para poder compartirlas con vos que lees esto, y que quizas también te ayuden en lo que estés viviendo. Es mi deseo, es mi intención. Que en lo que vivís y hacés estés bien!


¡Un nuevo comienzo!

Debemos aprender a vivir cada día, cada hora, hasta cada minuto,

como si fuera un comienzo nuevo,

como una oportunidad única de hacerlo todo nuevo.

Imagina que pudiéramos vivir cada momento
como un momento grávido de vida nueva.

Imagina que pudiéramos vivir cada día como un día lleno de promesas.

Imagina que pudiéramos ir avanzando a través de los años

como si estuviéramos escuchando siempre una voz que nos dijera:

“¡Tengo un regalo para ti y estoy impaciente por enseñártelo!”

Imagínate.

¿Es posible que nuestra imaginación pueda llevarnos a la verdad de nuestra vidas?

¡Sí, es posible!

El problema es que permitimos que nuestro pasado,

que se va haciendo cada año más y más largo, nos diga:

“Todo esto ya lo sabes tú; ya lo has visto todo, sé realista;

el futuro no será más que una repetición del pasado.

Trata de sobrevivir lo mejor que puedas”.

Son muchos los zorros astutos que brincan sobre nuestros hombros

y nos susurran al oído la gran mentira:

“No hay nada nuevo bajo el sol…, no te dejes engañar”.

Cuando escuchamos a estos zorros les damos al mismo tiempo la razón:

el año nuevo, el día que comienza, cada una de nuestras horas, pierden relieve,

se hacen aburridos, mortecinos, no nos traen nada nuevo.

¿Qué hemos de hacer entonces?

En primer lugar debemos mandar a los zorros al sitio que les corresponde:

a las madrigueras.

Luego debemos abrir nuestras mentes y nuestros corazones

a la voz que resuena por los valles y los montes de nuestra vida, diciendo:

“Dejadme que os muestre donde vivo en medio de mi pueblo.

Mi nombre es ‘Dios con vosotros’.

Yo enjugaré las lágrimas de vuestros ojos;

ya no habrá más muerte, ni luto ni tristeza.

El mundo ha desaparecido” (cf Ap 21, 2-5).

Debemos optar por escuchar esta voz,

y cada vez que hagamos esta opción se descubrirá un poco más ante nosotros

esa vida nueva que de momento está oculta,

esperando ansiosamente su nacimiento.


Fuente: AQUÍ Y AHORA – Viviendo en el Espíritu – Henri Nouwen.

No hay comentarios:

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...