miércoles, 5 de diciembre de 2012

Donde el "te necesito" no averguenza...


 Vivo en el lado pobre de la vida. 
Donde la sencillez airea tu casa. 
Donde el “Te necesito” no avergüenza. 
Donde nace del alma el “Muchas gracias”...


Más de una vez me siento frente a la pantalla y ...no sale, no puedo forzar palabras que no salen. 
Entonces pasa  tiempo sin escribir, y recibo algún que otro correo preguntando si estoy bien, si pasa algo, si dejé el blog... 
Vuelvo a sentarme delante de la pantalla, queriendo corresponder de algún modo a mis amigos de blog. Pero no funciona así, nunca me funcionó así, al menos no funciona así conmigo. 

Pasan los días y dentro empiezo a experimentar un sentir distinto; lo más sincero es contar que estoy viviendo tan intensamente tantas cosas en mi vida personal, en mi espacio laboral, en los encuentros con la gente, en las muchas horas de escucha intensa, de acompañar de cerca situaciones de dolor y de lucha, de enfermedad y limitación profunda, de alegrías y momentos especiales... que no me salen palabras para decir cuando me siento a intentar escribir. Es tanto que no puedo "decir". No sabría explicarlo de otro modo.

En medio de esto experimento una lindísima compañía, de personas que en muchos casos no conozco todavía personalmente, pero de las que me siento unida en fe -en primer lugar- y en un afecto real aunque nunca nos hayamos visto y vaya saber quien si algún día nos veremos.
Me está costando responder correos o tomar la iniciativa de escribir unas líneas; necesito "descansarme" en otros...en Otro. Hay palabras de estos días que fueron bálsamo al alma en medio del camino, y me dije "quizás sea tiempo de dejarse cuidar, de recibir, de disfrutar de estos mimos que me llegan de otros tan gratuitamente; y no creerse que algo quedará sin decir porque no sea yo quien lo diga"". Dejar de lado este "querer corresponder" y aprender a aceptar-disfrutar-celebrar gratis.

Y mientras iba pensando en esto, caí en la cuenta que en mi vida de fe, en el rezo, en la lectura de la Palabra experimento también cierto enfriamiento, desgano, "solo intención" que se esfuma. Así entro en el tiempo de Adviento: distraída, un tanto apática, cansada...

Por hoy es compartir esto: mi "necesito", y también mi "muchas gracias" nacido del alma para quienes están ahí como auténticos compañeros de viaje.


Es tiempo de espera, de re-aprender una vez más cómo esperar.



2 comentarios:

Sol dijo...

Rezo tu espera...

Te abrazooooooooooooooooooo!!!

Angelo dijo...

"¡Felicitaciones, carísimos, porque ha nacido el Salvador! No cabe la tristeza cuando nace la vida. Si eres santo, ¡alégrate!, porque tienes encima tu premio. Si eres pecador, ¡alégrate!, porque se te ofrece el perdón. Si eres un pagano todavía, ¡alégrate!, porque eres llamado a la vida de Dios". (San León Magno)
Querida Analia:Feliz y Santa Navidad. Un fuerte abrazo

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