sábado, 15 de mayo de 2010

De la PERMEABILIDAD del CorAzóN...

"Para ser permeable, un material debe ser poroso, es decir, debe contener espacios vacíos o poros que le permitan absorber fluido. A su vez, tales espacios deben estar interconectados para que el fluido disponga de caminos para pasar a través del material..."

Trato de conectar con lo que pasa por dentro y de poner en una palabra lo que el corazón dicta. Es un "ejercicio" que me regalaron en un retiro del año pasado, y más de una vez me encuentro durante la semana buscando esa palabra que me "expresa", que me define de alguna manera en ese momento concreto.
A veces es tristeza, a veces ansiedad, o búsqueda, o alegría, compañía, bien, paz, incertidumbre, pena...
Hace días que vengo dándole vueltas en la cabeza (para que ojalá en algún momento baje plenamente al corazón y pueda vivirlo así) al tema apego/desprendimiento. Le doy vueltas con preguntas, con imagenes, con recuerdos, con nostalgia a veces; con la verdadera intención de aprender el arte de vivir los vínculos con intensidad que se entrega y con libertad que no aferra.
No es casual que esto surja con fuerza desde dentro, a las puertas de otra despedida. De algo que no querría "soltar" ahora, de alguien que no quisiera despedir todavía.
Y siento pena; a la vez que intento convencerme desde el pensamiento por lo menos, de que todo cuánto esta persona concreta y los espacios y tiempos compartidos me trajeron de regalo inesperado me hicieron estar hoy en donde estoy; me devolvieron la posibilidad de sonreír, me ayudaron a sanar el alma de heridas hondas, me despertaron nuevas ganas de soñar. Nada de eso lo buscaba, y todo eso me fue dado.
Ahora hay algo en mí, que desearía atesorar lo que no me pertenece, lo que debe seguir su curso. Sé que no es bueno, pero es la verdad que me atraviesa hoy.
Y es en donde se me cruza la imagen de un corazón permeable.
Un corazón bien dispuesto para "dejar entrar", para dar permiso a que fluyan por dentro personas y experiencias, encuentros, vínculos, confianzas; para aceptar que entren sin urgencia de controlarlo todo yo...nuevas maneras de encontrarse, rostros nuevos, otras relaciones.
Un corazón permeable en el que hay espacios vacíos a la espera de lo que está por "entrar". Un corazón poroso por el que puedan transitar con libertad: sentimientos, verdades que empiezan a develarse, razones que ganan fuerza, corajes que al fin deciden alzar la voz, movimientos lindísimos que me hacen latir por dentro con más vida. Corazón poroso que abre "caminos para pasar a través de"; corazón que invita decididamente a la fluidez. Corazón que celebra la inmensa bendición de recibir en gestos de cuidado, de ternura, de misericoria, de consejo, de escucha, el regalo preciosísimo de la PAZ.
Un corazón permeable, abierto también para dejar partir, para dejarse "vaciar", para volver a dar lugar a la novedad.





 

13 comentarios:

Teresa dijo...

Preciosa entrada, Analía. Me gusta pensar que ese corazón poroso que nos habita es como la playa que recibe el oleaje y lo deja marchar en un movimiento hermoso.
Corazón siempre presente para abrazar lo nuevo que llega y dejar marchar aquello que ha de irse
Un abrazo.

Alicia dijo...

Ay, Analía! ¡Qué hermosura tu
Corazón permeable:"vivir los vínculos con intensidad que se entrega y con libertad que no aferra".
Que así sea!
Muchos besos.
Alicia

ALEX dijo...

PARA MI EL DESAPEGO A LAS PERSONAS O A LAS COSAS HACE PARTE DE MI VIVENCIA DIARIA COMO SER LIBRE. RESPETANDO LA LIBERTAD DE TRANSITO QUE HACEMOS TODOS Y TODO POR EL MUNDO, Y AGRADECIENDO EL INSTANTE QUE NOS TOCO CONVIVIR CON ALGO O ALGUIEN.

Clari dijo...

En camino Ana !!

Gracias por compartir, y PAZ.

Besos...

Vivi dijo...

Muy linda reflexion!! A veces cuestan mucho las despedidas, sobre todo el desprenderse de personas que han significado tanto en nuestras vidas, que han dejado huellas hermosas y muy profundas.

Cuesta entender que la vida fluye, que las personas deben seguir su camino, asi como nosotros vamos siguiendo el nuestro.

Y que asi como "perdemos" esta la esperanza de "volver a encontrar". Rostros nuevos, lazos nuevos, renovadores, que llegan a nuestro camino en el momento preciso!

Besos

hna. josefina dijo...

¿Sabés? me dejaste pensando.
Creo que no cariño, mucho cariño, no es lo mismo que apego.
Encariñarse es muy bueno, y para ello hay que abrir el corazón. Pero no es lo mismo que apegarse. Y el cariño no tiene por qué, una vez que entró, salir.
¿Se entiende?...
Las personas se pueden ir y uno seguir queriéndolas y mucho. Y no siempre con tristeza, porque si ellas están bien, por ejemplo, nos dará alegría aunque un poco de pena.

Analía dijo...

Teresa...
Me alegra que volvieras y trajeras de regalo esa imagen, que es bien de "mi" cotidiano: la playa que recibe y deja partir; y dentro guarda siempre la huella del paso del agua. Cierto que las personas quedan impregnando el corazón, aún cuando parten; ese sello lejos de la nostalgia o la tristeza a uno lo dejan con el corazón agradecido...no?
Un abrazo para vos!

Analía dijo...

alicia!
Tanto tiempo que no te veo!!!
Mi corazón es permeable en intención más que nada, a veces cuesta un poco "soltar"...pero las lecciones parece que llegan una tras otra sin descanso este año.
Confío en el camino, con todo lo que sigue trayendo en abundancia de regalo, y en desafío para vivir más plenamente.
Un abrazo grande!

Analía dijo...

Alex!!

con corazón agradecido!! eso comparto, agradecer por los caminos que se cruzan y por la posibilidad de compartir y abrirse y querer de verdad a los que caminan cerca.

Gracias por tu huella!

Abrazo!

Analía dijo...

Clari...
con PAZ, eso sí va por dentro, con todos los movimientos que el corazón trae, la PAZ se hizo lugar también como movimiento lindísimo.

Y caminar..se puso bueno el andar!

Un beso!!

Analía dijo...

Vivi!!!

Cuando te leo ahora, pienso que no ha de haber sido fácil la despedida a pesar de que la alegría de estar cumpliendo un sueño de tanto tiempo, al fin llegó.

El cariño no pasa, uno no se "despega" de eso; aunque las situaciones cambien, y aunque uno deba seguir camino, en la distancia uno puede sentir esas presencias latiendo fuertemente por dentro.
Para el amor, no hay distancias!

Un fuerte abrazo que atraviese océanos! Exitos en los nuevos caminos!!

Analía dijo...

Josefina! Gracias...
Y coincido en esto de que cariño verdadero no es igual a "apego"; y pienso que si el miedo a esto último no nos deja entregarnos de verdad a corazón abierto en un vínculo, algo no anda bien.
seguro que el cariño no se va...aunque haya despedidas. Sí, se entiende...

Cuando digo que el corazón invite a la fluidez, expreso un deseo: quisiera poder disipar las penas que me traen de manera especial las despedidas, borrar indicios de nostalgias especiales, y confiar.

Gracias por tu huella, y en esto, seguro estás más "canchera" que yo...

Un abrazo!

Vivi dijo...

Hola Analia, la despedida que te comente antes, era de las normales, de esos amigos que van y vienen dejando mucho en medio.

Pero la despedida que hemos hecho ahora... de nuestros padres, hermanos, amigos de toda la vida... esa aun duele!!! Y se que el cariño une oceanos!! El amor todo lo puede y a eso uno se aferra!

Si que fue dificil, pero bueno, gracias a la tecnologia actual, con las webcams puedo hablar todos los dias con mis padres, y tener esa cotideaneidad tan linda, a pesar de las distancias!!!

No reemplaza un buen abrazo, pero si une corazones!!!

Besos

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