Somos pura sorpresa. Para bien y para mal, todos lo somos. Y somos eco y espejo y parte de lo que otros son. Entonces cuando admiramos o criticamos, cuando ensalzamos o hundimos, cuando nos gratifica la felicidad de otro o por el contrario nos llena de envidia, cuando somos intrigantes y cuando no tenemos doblez, cuando la falsedad es nuestro modo y cuando la franqueza nos deja a cara descubierta frente a todos; ahí vamos (voy y vas) siendo ECO, ESPEJO, y PARTE de todo eso.
Es una buena oportunidad para revisar los propios modos, bucear corazón adentro, mirarse al mirar-nos. Porque en esto de ser sorpresa, lo más sorpresivo puede ser que te descubras tanto en las sombras como en las luces de los otros, que al alzar el dedo para señalar las mezquindades o los límites de otros, te estés reflejando vos en eso mismo.
Si tus expresiones son siempre de desagrado y de queja, existe una alta posibilidad de que lo que más disconforme te tenga sea tu propia vida y tu propia manera de ser.
Del mismo modo, creo, si tu rostro refleja alegría y paz, es muy probable que muchos a tu alrededor te estén regalando eso; mejor diríase es SEGURO que otros estén haciéndote ese regalo.
Somos alimento o "comida chatarra" de los que tenemos al lado; del mismo modo que otros pueden serlo para nosotros.
Caminar en libertad es la posibilidad de compartir -de dar y recibir- todo lo que somos. Todos tenemos cara y contracara de las cosas, virtud y vicio, luz y sombra. Que sepamos dar lo mejor. Que seamos capaces de agradecer por las presencias que nos reflejan lo más lindo. Que podamos revisar lo que hay en nosotros de hueco y de amargo para poder transformarlo en vida agradecida y entregada.
Somos eco, espejo y parte. En nosotros también se juega la posibilidad de reflejar y recrear un mundo más humano y más verdadero.
Y aviso, porque ya lo descubrí: el mundo mundial no empieza del otro lado en un país lejano; empieza justito debajo de los propios pies.
2 comentarios:
El dilema shakespereano en clave relacional y vincular, somos con nuestros prójimos, solo son excepciones los eremitas que alcanzan la plenitud del Ser alejándose físicamente de los demás, pero llevando en sí a quienes formaron parte de su vida. Gracias por estas palabras que son fuente de reflexión y acción.
Seguí la estela que dejaste al visitarme, y me re-encontré... wow... cuánto puede uno desorientarse y deambular uno en la vida... gracias a Dios todavía brillan faros en la negrura de la tempestuosa vorágine del ser...
Somos... complejos pero a la vez tan simple es contentarnos... idealistas pero cómodos. Apasionados pero cobardes.
Es cuestión de atreverse, levantar la mirada y mirar al horizonte. Recalcular, tomar perspectiva. Detenerse.
Hoy me reencontré con mi pasión: el arte de cantar. Estuve varios años ocupado, entre niños y guardapolvos blancos, estetoscopios y pañales. Y hoy brilló alto de nuevo el sol y pude elevar el corazón, soltando el cordel, entusiasmado. Ayer reí hasta las lágrimas y hoy lloré de emoción... soy... somos... hermosos pero distraídos... qué bueno es reencontrarse/te/nos.
Te sigo. Gracias
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