sábado, 20 de febrero de 2016

BUSCAR

Buscar implica necesariamente salir del lugar en el que se está, para ir tras aquello que se busca. Sea que lo que se busca esté fuera de uno o dentro. Hay que salir. Si alguien dice estar buscando pero no hay ningún movimiento hacia.. es muy probable que esté "esperando" pero no "buscando".

Buscar hace salir, invita y compromete a eso. 
Puede significar abrir las puertas de casa, recorrer caminos, arribar a otros paisajes, conocer otras historias, dejarse atravesar por otras gentes. Puede significar abrir los ojos, agudizar todos los sentidos, meterse más profundo, más hondo, más minuciosamente adentro. Puede significar abandonar algunas certezas, abrirse a la escucha, dejarse iluminar, limpiar la mirada de ciertas costumbres, seguridades, recorridos ya hechos. 

Siempre la búsqueda nos pone frente a la novedad, no se busca en el vacío, sino en un contexto que no arma para sí mismo el buscador, es un marco que no está en sus manos. Afortunadamente, claro. ¿Qué sentido tendría que alguien se pusiera a buscar un tesoro que él mismo ha escondido y del que ha incluso dibujado el mapa? 

Buscar a ciegas nos abre a otra aventura, que no es otra cosa que ¡la aventura de vivir despiertos!

Ir a lo conocido, a lo que se da por hecho, a lo seguro, puede poner al buscador en un terreno demasiado estrecho, pudiendo ser justamente eso que da seguridad el límite mayor para encontrar aquello que se busca. Hay un riesgo necesario que asumir. Un camino, no hecho por nadie más, que espera ser recorrido. A veces son senderos nuevos, imperceptibles, en los mismos territorios que ya se habitan; a veces la novedad es completa: recorrido, pasos, territorio, tiempos...

Para algunos BUSCAR se vuelve una manera de vivir. Cada hallazgo abre nuevas preguntas, nuevos anhelos, nuevas razones para andar. Cada búsqueda trae consigo un lindísimo movimiento de esperanza, de ejercicio de paciencias y desilusiones entramadas, de deseos y sueños también. Buscar y encontrar en una dinámica que no tiene fin, y que se vuelven como los naturales movimientos de inspirar y exhalar, buscar y encontrar como respirar=vivir.

Me sé entre estos. Me reconozco en ese movimiento permanente, en ese deseo de vivir una vida que valga la pena ser vivida para mí misma y para otros. 
Como siempre estoy encontrando y buscando en simultáneo; la sorpresa constante suele ser que en medio de todo el movimiento "buscando lo que no encontraba, encuentro lo que no buscaba"...  
Sorpresas del camino para agradecer, para disfrutar y para aprender a confiar en los procesos y en los tiempos de cada cosa. 




4 comentarios:

mariana dijo...

que lindooooo!!!me gusto eso "Si alguien dice estar buscando pero no hay ningún movimiento hacia.. es muy probable que esté "esperando" pero no "buscando"." soy una de esas que debo aprende a SALIR A SACAR CORAZAS Y VIVIR MAS LIBREMENTE SIN MIEDOS A LAS PERSONAS. hace un tiempo q me siento "debajo de la mesa" en la comodidad de mi casa, de la gente que ya tiene el terreno ganado.... siempre es una enseñanza andar por aqui es como el evangelio nunca la palabra se va sin dar frutos

Analía dijo...

Qué bueno Mari, que te guste y que ayude. Lo que se comparte, casi siempre nos deja al menos una invitación a abrir los ojos; no por lo "sabio del mensaje", sino porque algo pasa en uno que es desde ahí capaz de ver lo que antes no veía. Lo que digo es que la "magia" está en tus ojos (y tu alma) no en lo que yo humildemente escribo. Te mando un abrazo inmenso!!

Marcos dijo...

Buscar es estar vivo, siempre hay algo diferente que aprender. Quien no busca puede estar muerto sin saberlo.

Analía dijo...

Claro Marcos! gracias por tu huella, por tu aporte. Ya lo creo también: quien no busca... se duerme (o muere)
Abrazo!

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...