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Para andar, para esperar, para seguir construyendo,
para no perder la paz y la alegría...
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En medio de un diálogo que solo quedará escrito en el alma, y atesorando una promesa que probablemente no vaya a tener oportunidad de cumplirse, se escribieron solas estas cuatro palabras: ME BASTA UN SUEÑO.
Me sorprendí a mi misma con esa declaración mínima que por dentro se me hizo gigante. Y en eco repetido me persigue afortunadamente estos días frente a muchas situaciones bien diferentes que se constituyen en escenario de mi cotidiano externo e interno.
Un sueño que no me distancia de mis pies en la tierra, de mi percepción de lo real, que no me distrae demasiado de lo que ahora mismo atravieso. Y al mismo tiempo, porque es esta la magia del sueño, el corazón va lejos, adelantado, adelantando, despegado casi casi de mí misma.
No hay lugar para todo lo que amenaza desánimo. Mi corazón está a salvo, el resto de mí no sé, pero el corazón sí. Y ahí es donde se guarda el tesoro, nadie tiene el poder de quitarme un sueño.
Me basta un sueño para respirar.
2 comentarios:
que lindo Ana!!!leerte me hizo recordad un poco la película "Espacio interior"....y vino a mi este pensamiento que quiero expresarte: " jesus,podran arrancarme todo,menos arrancarte a ti de mi corazón,mi alma es tuya a ti te pertenece , hoy te la regalo,te la dejo de herencia " ANALIA QUE LINDO ES LEERTE,ES VOLVER A LA ALEGRIA...ES ENCONTRAR SIEMPRE LA LUZ CUANDO EL CANSANCIO EMPIEZA A ASOMAR.... HOY ANDUVE POR TUS TEXTOS DEL ADVIENTO...gracias por animarme a a la esperanza y ruego a Dios otro encuentro en el mar o por aqui...
Gracias Mariana, compañera de caminos! Tus palabras siempre me resultan demasiadooo, pero las recibo con alegría, como un mimo, y me alegra quenos sigamos animando en esperanzas. Ya nos vamos a volver a encontrar!
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