domingo, 7 de octubre de 2012

Descansarse el corazón...

Descansarse el corazón de las tristezas. 
Darle abrigo al refugio de la palabra amiga y dejarlo latir sin pedirle, por un rato, nada. Dejarlo descansar. Regalarle un tiempo de "cuidados". 

Ahora decirle en la voz más cariñosa que se pueda que nos vale la vida lo que atesora dentro. 
Animarse a cantarle una canción de cuna, que cedan las tensiones. Susurrarle ternuras. 

Despejarlo de rabias y dolores. No prestarle atención a las nostalgias, ni a lo que no será o que no ha sido. 
Descansarse el corazón de la impaciencia. Es tiempo de esperar. Dejar que recupere templanza y alegría. Que duerma cama adentro la confianza, darle las llaves..

Descansarse el corazón de las ideas que aturden y que enredan. Silenciar el agobio. Divorciar por un tiempo el pensamiento. 
Descansarse el corazón en los encuentros. Dejarlo ser amado, dejarlo ser cuidado, dejarlo ser acompañado. Dejarlo SER.

Descansarse el corazón no forzando el encierro. Airear. Abrirle las ventanas a la luz. Dejar que respire sin tormentos. 
Descansarse el corazón para volver a disfrutar de su latido.




(Te ofrezco ese descanso, ya vendrán tiempos mejores...)


1 comentario:

TeSs dijo...

Gracias Analia, yo también estoy dejando "descansar" mi corazón, a veces somos nosotros los mismos los que los maltratamos.
He vuelto!!! besosssssss

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