Si vamos a responder con nuestros sueños, con nuestro aliento, con nuestro esfuerzo; si vamos a dejar en el camino la marca de nuestro sentir, nuestro cansancio, nuestras soledades y presencias; si vamos a transitar la vida con sentido, pues entonces que sea verdad y nada más.
No hay tiempo para hipocresías, para engaños, para "actuar" la existencia. No hay lugar para las máscaras.
La cuestión no es: SER O NO SER; la única cuestión es SER todo lo que se ES -eso me parece- sin pretensiones de grandeza, sin tanta alharaca ni autobombo. Lo más probable es que nos toque vivir una vida sencilla, sin estridencias, sin capítulos excepcionales. Una "vidita", casi como quien no quiere la cosa.
En la cabeza tengo muchas cosas ahora, quizás demasiadas. Mido mis palabras porque siento que no todo viene de un lugar de paz hoy, pero ejercito la prudencia y algún costado del amor que creo haber aprendido en poco más de cuarenta y cuatro años.
Quiero vivir. No tengo tiempo para perder -sea que me quede un día, un año o muchos por delante-. Quiero vivir unificada, y responder con verdad a todo mi ser. Asumo el costo porque comprendo el valor que esto tiene para mí y para las personas que me quieren bien. De lo que siento, de lo que creo, de lo que pienso y de mi modo de vivir me hago cargo, a nadie más le atribuyo responsabilidad en esto; porque nadie absolutamente nadie más que yo puede vivir mi vida desde mi corazón, mis pasos, mis anhelos, mis preguntas, y mis esperanzas. Hay otra lista -menos feliz- que me guardo para mí.
Vivir -con todo lo que tiene- es un regalo hermoso. Que nada nos opaque semejante maravilla.
2 comentarios:
Gracias por este remanso de reflexión. Bendiciones.
Gracias Martin por pasar por acá y dejar tu huella! me alegra saber que hay alguien ahí.. es un modo de encontrarse... compartir. Gracias!! Bendiciones para vos!
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