sábado, 29 de diciembre de 2012

de aprender...

Ayer participé de un encuentro sencillo en el que "cerramos" el año de trabajo. En un momento de compartir cada uno fue diciendo con libertad aquellos momentos o situaciones o personas en los que podía ver con claridad el paso de Dios en su vida, especialmente durante este año. Fueron muchas las razones para agradecer, pero varios también expresaron dolores, o situaciones que no los hacían felices, y advertí que todas esas heridas tenían un factor común: sufrían un apego. Sufrían no poder desprenderse de una persona, de un lugar, de una decisión, de un rol. Sufrían los cambios.
Me quedé pensando mucho en esto, y ví que gran parte de nuestros sufrimientos e incluso errores y limitaciones personales, tienen que ver con esta actitud de apego, de aferrarse, de apropiarse de algo o alguien que no nos pertenece. No lo entendemos. Le adosamos culpas a otros, nos ponemos en un rol de víctimas incluso magnificando un sufrir que no tiene sentido. 
Recé. Desde lo hondo del corazón le pedí al Señor que me enseñe a ser pobre, que me enseñe a vivir sin aferrarme ni apegarme a nada (ni rol, ni personas, ni cosas, ni ánimos, ni situaciones). Que  me regale la capacidad de aprender a disfrutar lo que hay, de aprender a compartir lo que traigo y lo que me dan, y de saber hacer fiesta con poco; que me enseñe a pedir lo que necesito, a decir gracias cuando recibo, a mirar alrededor con otros ojos. 




miércoles, 5 de diciembre de 2012

Donde el "te necesito" no averguenza...


 Vivo en el lado pobre de la vida. 
Donde la sencillez airea tu casa. 
Donde el “Te necesito” no avergüenza. 
Donde nace del alma el “Muchas gracias”...


Más de una vez me siento frente a la pantalla y ...no sale, no puedo forzar palabras que no salen. 
Entonces pasa  tiempo sin escribir, y recibo algún que otro correo preguntando si estoy bien, si pasa algo, si dejé el blog... 
Vuelvo a sentarme delante de la pantalla, queriendo corresponder de algún modo a mis amigos de blog. Pero no funciona así, nunca me funcionó así, al menos no funciona así conmigo. 

Pasan los días y dentro empiezo a experimentar un sentir distinto; lo más sincero es contar que estoy viviendo tan intensamente tantas cosas en mi vida personal, en mi espacio laboral, en los encuentros con la gente, en las muchas horas de escucha intensa, de acompañar de cerca situaciones de dolor y de lucha, de enfermedad y limitación profunda, de alegrías y momentos especiales... que no me salen palabras para decir cuando me siento a intentar escribir. Es tanto que no puedo "decir". No sabría explicarlo de otro modo.

En medio de esto experimento una lindísima compañía, de personas que en muchos casos no conozco todavía personalmente, pero de las que me siento unida en fe -en primer lugar- y en un afecto real aunque nunca nos hayamos visto y vaya saber quien si algún día nos veremos.
Me está costando responder correos o tomar la iniciativa de escribir unas líneas; necesito "descansarme" en otros...en Otro. Hay palabras de estos días que fueron bálsamo al alma en medio del camino, y me dije "quizás sea tiempo de dejarse cuidar, de recibir, de disfrutar de estos mimos que me llegan de otros tan gratuitamente; y no creerse que algo quedará sin decir porque no sea yo quien lo diga"". Dejar de lado este "querer corresponder" y aprender a aceptar-disfrutar-celebrar gratis.

Y mientras iba pensando en esto, caí en la cuenta que en mi vida de fe, en el rezo, en la lectura de la Palabra experimento también cierto enfriamiento, desgano, "solo intención" que se esfuma. Así entro en el tiempo de Adviento: distraída, un tanto apática, cansada...

Por hoy es compartir esto: mi "necesito", y también mi "muchas gracias" nacido del alma para quienes están ahí como auténticos compañeros de viaje.


Es tiempo de espera, de re-aprender una vez más cómo esperar.



jueves, 8 de noviembre de 2012

Casa NUEVA, vida NUEVA!



Estamos estrenando casa!!
Todavía hay muchos rastros de la reciente mudanza (cajas vacías, cosas fuera de lugar, cosas perdidas...), el caos inicial va cediendo de a poco, las cosas empiezan a encontrar sitio... también nosotras. 
Esto de mudarme no es una experiencia novedosa, lo cierto es que ya lo he hecho muchas veces; pero esta vez, es diferente, será  nuestra casa por mucho tiempo. Ese solo detalle es suficiente para despertar muchas emociones dentro. 
Recibir una casa vacía me generó una sensación muy rara, el primer impacto fue fuerte. No quiero una casa vacía: la sueño con nuestras voces, con nuestros aromas, con nuestros desórdenes, con nuestro modo de habitarla. La sueño con los colores que nos gustan, con la música que nos anima, con nuestro sello personal de familia. La sueño llena de nosotros, la sueño profundamente habitada.
Los sentires desde el comienzo de la mudanza hasta el fin, fueron de lo más variados: la ansiedad por habitar un lugar nuevo; la urgencia por guardar y preparar nuestras cosas; el modo rápido de despedirnos de la casa que dejamos; el mientras tanto en el que va aconteciendo el cambio y en el que estamos repartidos en dos lugares a la vez; el momento concreto en el que decimos nuevamente "estamos en casa" y dejamos de decir la casa nueva o la casa vieja.
La casa es espacio-corazón donde encontrarse. Y así ha sido el comienzo de nuestro nuevo hogar, lleno de personas que nos quieren y que queremos, celebrando con nosotras, ayudando de mil maneras, participando de nuestra alegría, cargando las cajas, colocando luces, limpiando, trasladando las cosas, llamando desde lejos o escribiendo para ser parte de este momento especial, siendo parte del SUEÑO (incluso alguien que ya está habitando la Casa de la última mudanza...)
Sueño con una casa donde poder estar de "entre casa", un espacio para la confianza, para el encuentro, para  compartir, una casa para recibir, para invitar, una casa con alma. 
Es sueño que empiezo a cumplir gracias a tanta gente linda que nos acompaña y nos quiere bien. Cada uno ya tiene un lugar en nuestro hogar y en nuestro corazón.
Gracias por compartir este momento tan feliz para las tres!


lunes, 29 de octubre de 2012

MUDANZA


En unos días estaré de mudanza.
La casa está especialmente revuelta, como el corazón. Esta será desde que nací mi mudanza número 11, la diferencia ahora es que muy probablemente sea esta la última. La “casa propia” es algo que no estaba en mis planes como algo posible y alcanzable, pero ya ES.
Es tiempo de enraizar. Pero ese será otro capítulo.
Hoy es tiempo de guardar todo aquello que continuará formando parte de nuestras cosas, nuestro paisaje cotidiano, nuestra historia, nuestros recuerdos…sea que entre en cajas o en el corazón. Y también tiempo de desprenderse de lo que ya no necesitamos o no forma parte de nuestros “tesoros”.
Hoy es tiempo de ir deshabitando esta casa y de preparar el alma para anidar en otro sitio que de a poco se irá transformando en hogar. Sueño un “modo” para nuestro hogar (también es parte de otro capítulo)
Hoy es un día para preparar lo que vendrá.

sábado, 20 de octubre de 2012

de mí y del BLOG...

Cuando empecé a escribir en el blog no estaba atravesando mi mejor momento en la vida, en un decir mío que algunos me conocen: "la vida no me sonreía", de la esperanza hablaba más de oídas que por experiencia, y era un trecho de camino cuesta arriba y poco feliz.
Aquellas primeras entradas (durante más de un año) creo que las escribía para esa parte de mí que no podía salir a la luz. Buscaba, leía y compartía desde lo que el propio  corazón  parecía necesitar. No tenía yo entonces dimensión de lo que significaba escribir en un blog, no hubiera podido entonces medir su alcance. Quizás si lo hubiera hecho en aquel tiempo, nunca me habría animado a publicar mis palabras.
Pero sucedió, un día leí un blog de alguien que me traía palabras de paz para ese tiempo (Manuel), y me dije  por qué no ensayar un espacio en donde poder decir también mis búsquedas, mis pasos, algo. 
A decir verdad creí entonces que solo me leerían algunos conocidos. Sucedió exactamente todo lo contrario: solo unos pocos conocidos de mi entorno cotidiano y unos cuantos entonces desconocidos, de distintos lugares del mapa, dejando huellas de su paso por el blog. Solo entonces medí el alcance de las palabras lanzadas al cyber espacio. Mis pobres palabras, mis ensayos de escritura sin ser escritora, mi necesidad de compartir y decir, se fueron abrigando al calor de palabras que se me hacían cercanas, compañeras, reales. Hay en lo virtual mucho de real, yo lo sé, aunque alguno me diga lo contrario. 
Más de una vez me sorprendieron a mi correo personal mensajes de personas que no conocía compartiendo cosas de su mundo, de su historia, dolores, alegrías, sus propias esperanzas, su fe. No puedo explicar  mi sentir cada vez que eso pasa. Tengo amigos en algún lugar del mundo a los que probablemente nunca llegue a abrazar fuera del mundo de las palabras; de este lado del mundo, del otro, da lo mismo... Siento que los quiero! Entraron a mi casa, a mi familia, mis hijas y amigos saben de ellos. He esperado con ansias una boda, un nacimiento, una respuesta de alguien a una declaración de amor. He llorado una partida, me ha dolido una enfermedad, el perder una mascota. He celebrado en la distancia un cumpleaños, he rezado acompañando un retiro, he celebrado en el alma el viaje de alguien que podía vivir un sueño mío en algún lugar. He sido testigo de una historia de amor desde el comienzo. Me he sentido acompañando un envío misionero, un sueño grande. Me han dado entrada a un hogar, a una confesión íntima, a una alegría. Me han invitado a una plegaria compartida, me han hecho compañera de camino. He tenido el regalo de hacer experiencia en esto de saltar de lo virtual a lo real. He crecido en esperanza. He agradecido con el alma descubrirme tan acompañada en el camino. Me he sentido cuidada, acompañada, querida. Alguien ha rezado por mí. 
En este tiempo ha sido especialmente fuerte un mensaje: alguien me ha llamado Analía Esperanza. Eso solo, dicho así, me hizo despertar; me regaló un eco muy bonito, muy profundo de algo que deseo vivir. Como si viniera a revelarme algo de mi vocación, a quitarme cortezas que andan sobrando y a dejarme un poco más delineada alguna forma propia. Hace muchos días le doy vueltas a esto, pensaba en la fuerza vital que pueden tener algunas palabras y algunos gestos, para espejarnos algo más...
Ese alguien, en un gesto hermoso, se las ha ingeniado para hacerme llegar desde su ciudad, una mantita hecha a mano por el taller de tejido solidario del que forma parte "-para tus nenes de la Guardería"..... (suspiro) lo virtual es real!! Me siento conmovida, agradecida, maravillada. Ojalá se nos regale conocernos algún día!
Un blog es mucho más que palabras, un blog  son personas diciendo, viviendo, compartiendo; personas que salen del anonimato -GRACIAS A DIOS- muchas veces y que se vuelven un regalo en el camino. 

HOY escribo así. Gracias a cada uno de los que me han regalado tanta, tanta vida en estos años a través del blog, a los que me han llevado sin saberlo a la esperanza; a los que han sabido dar luz a mis temores y limitaciones, a los que han podido ser ayuda para volver a estar en pie. Ojalá pueda devolver algo de tanto recibido...

Gracias infinitas a cada uno! Los nombro hoy delante de Dios.


domingo, 7 de octubre de 2012

Descansarse el corazón...

Descansarse el corazón de las tristezas. 
Darle abrigo al refugio de la palabra amiga y dejarlo latir sin pedirle, por un rato, nada. Dejarlo descansar. Regalarle un tiempo de "cuidados". 

Ahora decirle en la voz más cariñosa que se pueda que nos vale la vida lo que atesora dentro. 
Animarse a cantarle una canción de cuna, que cedan las tensiones. Susurrarle ternuras. 

Despejarlo de rabias y dolores. No prestarle atención a las nostalgias, ni a lo que no será o que no ha sido. 
Descansarse el corazón de la impaciencia. Es tiempo de esperar. Dejar que recupere templanza y alegría. Que duerma cama adentro la confianza, darle las llaves..

Descansarse el corazón de las ideas que aturden y que enredan. Silenciar el agobio. Divorciar por un tiempo el pensamiento. 
Descansarse el corazón en los encuentros. Dejarlo ser amado, dejarlo ser cuidado, dejarlo ser acompañado. Dejarlo SER.

Descansarse el corazón no forzando el encierro. Airear. Abrirle las ventanas a la luz. Dejar que respire sin tormentos. 
Descansarse el corazón para volver a disfrutar de su latido.




(Te ofrezco ese descanso, ya vendrán tiempos mejores...)


martes, 2 de octubre de 2012

Bienvenida!!!

Darte la bienvenida es darle a la espera una forma distinta.
Ahora, que al fin se da el encuentro, que estás fuera de los cálculos y alguna incertidumbre pasajera…
ahora que estás entre nosotros dada a luz y dando luz…
ahora que nos invitás provocativamente a desplegar de nosotros lo más tierno…
ahora que podemos ser silenciosos testigos del milagro más hermoso entre todos los posibles…
Ahora que el minuto exacto cuenta…
ahora que venís a recordarnos la alegría de estar vivos…
ahora que tu fragilidad nos hace hablar bajito y llenarte de mimos y cuidados…
Ahora que participamos conmovidos del amor inmenso que tus papás, y las dos princesitas que tenés por hermanas desean regalarte…
te decimos…
 ¡BIENVENIDA a la vida de este lado SERENA!



Que seas muy feliz entre nosotros, para que podamos devolverte aunque sea un poco la felicidad que sentimos, con vos en medio nuestro.
ESPERA y BIENVENIDA son dos formas hermosas
del mismo AMOR.

sábado, 29 de septiembre de 2012

Invasión de esperanza!


Leí algo en un blog amigo que conjugado con algún propósito de este tiempo me disparó una idea. Puede no ser brillante -como muchas de mis ideas- así y todo deseo compartirla.

Deseo pedirnos que nos hagamos un favor unos a otros, que nos regalemos un detalle amoroso aunque no nos conozcamos más que del mundo virtual en muchos casos. Regalémonos compartir razones de esperanza y de alegría. Sencillas razones para la esperanza, cotidianos motivos para la alegría. Que llenemos nuestros espacios (blog, muros, mensajes) de buenas noticias, de cosas bellas. Que nos brindemos unos a otros  un impulso de optimismo.

Y no es igual a cerrar los ojos a lo mucho que en el mundo nos entristece, nos duele, nos subleva, nos interpela No nos olvidaremos de nada de esas cosas. Es solo que veo tanta gente –y me incluyo a veces- que va con desánimo por la vida, quejosa del mundo, desarmado por la historia complicada que le toca, que siento una urgente necesidad de despertar la esperanza adormecida, el optimismo atrofiado por tantas injusticias, y la alegría vivida casi como una utopía.

¿Se animan? Una semana para empezar. Hasta el domingo próximo. 


martes, 4 de septiembre de 2012

Ser hospitalario con la realidad...



Lo que hoy va como título lo tengo escrito en un papel sobre mi escritorio, desde hace días, varios días.
Algo me llevó a escribirlo y dejarlo ahí delante de mis ojos, cruzarlo todo el tiempo como si intuyera en esas palabras algo que debo entender más profundamente, desde más adentro. Lo leo y releo. Le pregunto. Algo me hizo elegirlo entre las miles de palabras que leo a diario, hay algo para mí en el mensaje, lo sé y lo siento así. Tal vez en forma de mandato, de señal, de llave; quizás en reflejo, en advertencia, en claro aviso...

Ser hospitalario con la realidad...

Es sencillo de entender, me lo repito con una muy poco convincente serenidad. Aceptar la realidad. Afrontar la realidad. No escapar a la realidad. Pararse en la realidad... En fin, muchas maneras de decir lo mismo, pero..... algo en esta frase me dice que es distinto, que se trata de otra cosa: el centro no es acomodarse de algún modo en la realidad, sino SER HOSPITALARIO con ella. Implica un mirar distinto, una actitud de espera, de acogida, de dejarse habitar; una disposición a estar abierto, a ser permeable, a dejarse "invadir" por completo. no se trata de ir hacia la realidad y tomar posición frente a ella, sino de SER y dejarse interpelar, dejarse confrontar, dejarse movilizar, dejarse tomar, dejarse alcanzar...

Ser hospitalario con la realidad...

Se trata de estar dispuesto a recibir -alojar,habitar, hospedar- y también a dejar partir -soltar, despedir, no amarrar- Desde esta manera de mirar quizás no haya lugar a la decepción, a la frustración, a la tristeza de la pérdida. recibo y hago fiesta de bienvenida a lo que llega, lo dejo habitar en mí; y cuando llega el tiempo de la partida, no me esfuerzo por retener lo que debe seguir su curso -personas, situaciones, historia, opciones....- 

Ser hospitalario con la realidad...

No tiene que ver con ser carcelero de aquello que hospedo. Ser hospitalario me dice que hay puertas abiertas. Me dice que el corazón se vuelve desapegado y dispuesto, alegre y en permanente expectativa de encuentro. Ser hospitalario con la realidad me dice de esperanza...


lunes, 6 de agosto de 2012

MEMORIA Y PRESENTE...



La memoria deja de perder peso como "solo pasado". 
Es mucho más que eso. La memoria es la parte del camino que nos trae hasta acá, a este ahora, a este presente, a estas circunstancias que nos rodean y acogen. No está mal recordar. Pero a veces puede hacernos pesar los pies para nuevos pasos. La facilidad con la que uno se ve muchas veces tironeado a quedarse instalado en el pasado: sea con los mejores recuerdos, con las cosas lindas y especiales que uno vivió, o con los recuerdos de heridas y situaciones dolorosas en las que a veces uno puede empeñarse en permanecer.
Y digo, recordar las cosas bellas, ¡claro que es lindo! Quién no goza de mirar, por ejemplo, fotos de lugares y personas que a uno lo hicieron sentir feliz, lugares a los que se quisiera volver una y otra vez, personas que uno quisiera aferrar y "tener" para siempre al lado. Uno podría quedarse añorando todo aquello y verse así limitando al corazón para más vuelo, para lo nuevo, para el camino hacia adelante. Un riesgo es quedarse "pegado" a ciertas vivencias de cielo en la presunción de que ya nunca habrá nada igual, preferimos "vivir del recuerdo", y quizás con eso, anular la posibilidad de descubrir nuevos tesoros en este tramo del camino que hoy se transita.
Lo otro, recordar lo que duele, lo que nos puede seguir lastimando en algún punto (recordar a modo de "quedarse instalado en ese lugar") puede ser también un modo fácil para no caminar, para no asumirnos caminantes de un camino todavía abierto y con más horizonte por delante que abismos. ¿Podría ser que la sola idea de volver a salir lastimado nos congele todo movimiento y uno prefiera quedarse ahí, detenido, justamente cayendo en aquello mismo que se quiere evitar? Sí, lo creo. Podría ser. Y muchas veces ES.

El pasado y la memoria del pasado tienen su valor, ciertamente que sí. Pero el valor de habernos traído hasta este lugar, a este momento de la historia, a esta manera de percibir el mundo, a esta posibilidad de aprender y crecer, de arriesgar y de asumir cosas que antes no eramos capaces. El valor de regalarnos una experiencia que nadie más hubiera podido vivir por nosotros, y que ahora se acredita en aprendizajes, en un modo único de irse moldeando el corazón, en capacidad de aceptar y confiar.

Esto va por dentro desde hace días, quizás con mucho más de lo que las palabras me ayudan a expresar ahora mismo. En medio de algunas preguntas y cosas que traigo dentro, el eco de algunas palabras que escuché en la homilía del domingo todavía me acompaña: creemos en un Dios que es presente, un Dios que se deja "tocar" y "ver" en medio de nuestras circunstancias, de nuestra historia, de nuestra vida concreta-cotidiana- real. Un Dios que está mucho más allá (o más acá, no sé) de lo que "ya pasó". Un Dios que se actualiza, se hace nuevo cada vez, eterno presente entre nosotros. 
Un Dios que es presente y a la vez tan lleno de promesa hacia adelante: "el que cree en mí, jamás tendrá sed". ES presente y ES promesa.

Que vivir "haciendo memoria" no nos haga perder de vista el vivir lo concreto que nos pasa. Que podamos estar atentos a los mil signos que dan cuenta de la vida que fluye, a veces sembrándonos preguntas, pero también regalando respuestas, ahí mismo, en el suelo que pisan nuestros pies y al abrigo del cielo que acompaña nuestros pasos.




domingo, 5 de agosto de 2012

Querer y dejarse querer...

Abrir la puerta de la casa-corazón y salir al encuentro, animarse a llegar a otros, relacionarse,  ser cercano, cálido, querer; ponerse en movimiento, ir al encuentro, dar el primer paso, dejar señales para otros.

O bien...

Abrir la puerta de la casa-corazón y dejarse encontrar, dejarse "visitar", dejarse querer, recibir, ser uno el alcanzado, acoger, esperar, animarse a recibir.


Estas dos ideas van y vienen dentro mío hoy. Es que fui sorprendida con regalos de presencia y cariño, de cercanía y amistad; tantos y tan lindos que todavía no salgo de mi asombro, ni mucho menos del estado de alegría que ahora tengo.

Y pensaba que para esto último, de tener puertas abiertas y dejarse "visitar", se requiere más confianza que para ponerse en movimiento hacia otros. Implica dejar que un otro vea nuestra cotidianidad, también nuestro desorden, que irrumpa en cualquier momento,  implica una disposición a "estar" en casa para recibir, y una vulnerabilidad de donde ya no podría salirme; implica también un estar como se está sin disimulo. 
En casa uno ES como ES. 
Dejarse regalar gestos de presencia  y cariño es aceptar que otros me quieren como soy.

Recordando/me claves...



Esperanza. Hay una disposición a la Esperanza que a veces pareciera faltarme. Sé que es vital, que es una virtud que no siempre testimonio, sé que a veces cuesta vivir desde ahí. Hago experiencia muchas veces-más de la que me gustaría-  de vivir desde la no esperanza. Esperanza invita a creer, a confiar plenamente en algo que todavía no es. Vivir en esperanza implica optimismo, no el optimismo "corto" de quien espera que la vida sea color de rosa, sino aquel que vive quien sabe que a pesar del dolor y la cruz, el amor y la vida tienen la última palabra. Vivir en ESPERANZA es todo un desafío. Cuando lo cotidiano nos abruma, nos aplasta, nos desmoraliza, nos abate, vivir en esperanza parece más una utopía, un imposible, un espejismo que una invitación posible.

...que construye. Es un un ponerse en acción, en movimiento, en capacidad de "hacer" algo. No creyendo que tenemos todo en nuestras manos, ni sumándonos a la carrera de hacer, hacer, y hacer olvidándonos de SER.  Un construir que no dependerá de nuestra fuerza, de nuestra voluntad, de nuestra preparación, de nuestro mérito, de nuestra virtud, de nuestra capacidad, de nuestros "nuestro". Cuando nuestros "nuestro" no son tan "positivos", o hay tiempos en que no los experimentamos así, es donde la esperanza apoyada solo en uno se vuelve amenaza e ilusión. La ESPERANZA construye, nosotros le prestamos nuestras manos. Me gusta verlo así.

...mientras. Ese mientras me dice que estoy de camino, marca un límite, un todavía no que a veces me duele. Mientras, me dice que aunque no me de cuenta del todo, algo está pasando en este momento, durante, "mientras tanto". Un tiempo que tiene movimiento aunque no lo perciba a conciencia. Un tiempo en que quizás está bien no tener conciencia de todo lo que está sucediendo, algo se está preparando aquí y ahora. Algo está sucediendo, se está gestando, está aclarándose dentro, aunque "todavía no" me de cuenta o lo experimente así.

...espera. Me dice de paciencia. De una paciencia que tantas veces me escasea. Paciencia es el complemento indispensable de la esperanza. La invitación a la paciencia necesariamente me habla de tiempos, de un tiempo que "todavía no" es; todavía no llega. "La paciencia es la virtud de los dioses" dicen. Y es una virtud que debo aprender todavía, no me fue dada en abundancia. Espera me refleja expectativa, posibilidad de encuentro, deseo de recibir, disposición especial para ello. Espera me dice que no estoy solo o que no hay vacío posible. Espera me habla de otros -a quienes espero- o de algo que está por llegar a mí. Espera me invita a pensar en los modos de esperar. Si espero, no des-espero. Si espero algo, aun cuando no me perciba así, es que en mí la esperanza, la paciencia, la posibilidad de creer, la confianza...en algún lugar del alma, aunque no sean leños encendidos y llameantes, a modo de brasas silenciosas permanecen encendidos en absoluta posibilidad de re-encenderse.

Esperanza que construye mientras espera.

(es mi deseo para vos y para mí, que podamos acompañarnos en el camino  para poder vivir en estado de esperanza... dicen que es lo último que se pierde)


domingo, 22 de julio de 2012

El camino como turista



Viajar, conocer otros paisajes, relacionarse con otra gente, salir del espacio familiar, dejar de lado las actividades cotidianas, las obligaciones, los relojes  y sumergirse en un tiempo de vacaciones, en formato  "turista" por unos días.
Comparto hoy, apenas "anotaciones" que fui haciendo en uno de mis últimos viajes de vacaciones. Lo acabo de re-encontrar  ahora mismo...

(de octubre 2011)

"Me encontré en esta semana diciendo: -no me importan los tiempos, “no tengo nada más que hacer que estar acá”.  Como si la única dimensión real, posible, verdadera fuera el momento presente. Como si careciera de sentido hacer cualquier ejercicio de memoria estando ahí, o pensar en la semana siguiente.

Nada más que estar acá.  En tiempo real cada cosa se vive como única, este paisaje, esta comida, esta conversación, este descanso, este despertar, este pleito, este detalle, esta risa, esta emoción, esta opción…

Nada más que estar acá. Los vínculos se vuelen espontáneos,  nada sabemos de la persona que viaja km de distancia con nosotros, conversamos como si nos conociéramos de la vida, de siempre; compartimos almuerzos, paseos, fotos; cuidamos en viaje a cada nene como si cada uno fuera un poco responsable por todos ellos. Con la misma espontaneidad, termina la semana, y cuanto más habrá alguna despedida más cálida hacia alguno, pero todo termina en el punto de llegada. Sin transición, sin más aviso, sin culpa ni reparo de ningún tipo.

Nada más estar acá. Cada acción está dentro de un plan de viaje diseñado, organizado, cronometrado, y dirigido por un coordinador y una empresa. Hay margen, claro, para las decisiones personales, optar participar o no en tal o cual propuesta; pero los márgenes de tiempo casi nunca son los necesarios para cada uno.  La comodidad de que otro piense el viaje por mí, y aparente resolver las contrariedades de mi estadía se vuelve incómoda; es el precio de “nada más estar acá” de esta manera, como turista.

Nada más estar acá. Por momentos imagino mientras lo digo cada vez, que es casi un paraíso vivir de esa manera “estando así sin más en el presente”; pero no es cierto, no es real, no es posible vivir de esa manera. La vida, el presente incluso, está lleno de memorias, de afectos con historia, de imágenes que traemos de antes, de procesos, de ciclos, de futuro, de sueños, de metas, de horizontes, de rumbos, de expectativas, de incertidumbres."

(de julio 2012)

Me releo. Cuando lo escribí reparé especialmente en la fuerza de "estar acá". Me parecía que, aún con sus lados incómodos, esto de ir como turistas aportaba mucho de espontaneidad, de flexibilidad, de no preocupación, de cierta frescura. Sobre todo el valor de vivir el momento presente, que por todos lados estos días se anuncia como primordial.
Ahora al releer, la frase que me hace  eco más intenso es "NADA MÁS..."
Un nada más que me anuncia lo poco que parece ser "estar acá"...como un "apenas" estar acá.Y pienso (porque a veces pienso).  "Nada más estar acá" se cae no por la posibilidad de vivir el presente, sino por el "cómo" vivir ese presente, por el modo de hacerlo. Y un cómo como turista es lo que me hace ruido. El turista no se compromete. El turista mira, se deslumbra, se asombra, se maravilla, se divierte, socializa, se pone en movimiento, etc, pero de un modo un tanto artificial. Nada de lo que ahí está ocurriendo lo compromete más allá del tiempo en que dure la experiencia de viaje. Es fugaz. Aún cuando el destino sea elegido, toda la experiencia está ya armada sin atención al deseo o necesidad particular de cada viajero. Se vuelve impersonal. Se vuelve un recorte en la vida de cada uno. Recorte que poco tiene que ver con los días previos, y poco tendrá que ver con el día siguiente al viaje.

En estos días pienso mucho en el valor del tiempo presente, de aceptar la realidad que vivo intentando no quedarme aferrada a lo que no será o no fue, celebrando que la historia vivida me trajo hasta esta parte del camino, y celebrando también que este punto en el que hoy estoy, es el punto exacto desde donde he de partir al paso siguiente -que es futuro, y que aún desconozco- El presente tan entramado con la historia y con la esperanza. Ese presente lejos de ser un "nada más estar acá", es la maravillosa experiencia de "mucho más que estar acá". No quiero vivir la vida como turista. Hay tantas otras formas de transitar el camino. 

Si leíste hasta acá me gustaría preguntarte cuál es tu modo de transitar la vida o cuál te gustaría que fuera; y si tenés ganas lo compartas. Si querés, claro...

Abrazos.




viernes, 20 de julio de 2012

AMIGO-HERMANO



Hoy el corazón habla, canta y hace fiesta por una persona, por el vínculo que nos acerca. Este día tendría su nombre.
Mi AMIGO, mi hermano por elección, desde el  otro lado del mundo en este tiempo, y a la vez tan maravillosamente cercano.
Mi amigo ha sido y es para mí el sitio en donde sentirse tan en casa, ese lugar en donde la confianza es tal que no hay temor a quedar expuesto, saberse limitado, vulnerable.  Con él aprendí a decir la verdad, toda, completa, aún cuando algunas veces no ha sido fácil.
Con él aprendí a verme con menos dureza. Hay miradas de perdón que quedan guardadas para siempre en el corazón, y se reeditan en muchos otros momentos de la vida. Él ha sido para mí esa mirada, con  ese “poder”; he sabido perdonarme, y quizás estoy más cerca de saber perdonar, gracias a esa mirada.
Con él volví a creer en nuevos “para siempre”: sé que podríamos quizás no volver a vernos nunca más, pero que aún si así fuera está tan presente en mi vida, está tan dentro de mí, que ya no sería posible que quedara fuera.
Mi amigo-hermano de todos mis momentos importantes, de los difíciles, de los más felices; mi amigo-hermano compañero de camino, espejando mis búsquedas, silenciándose a veces para que pudiera ser yo más libre de “decirme”.
Mi amigo-hermano es un regalo inmenso, compartido en amistad y presencia, en búsquedas y camino.
Hoy me voy a dormir celebrando en el alma el don inmenso de la amistad. Dios me bendice con amigos que me honran abriéndome las puertas a su vida. El corazón desborda de gratitud.

domingo, 17 de junio de 2012

Quiero tu herencia...

La escribí en el otro, Un dia por vez, pero bien merece estar en este ESPERANZA QUE CONSTRUYE...



Papá, hoy escribo para vos, pensando en vos, y sintiendo hacia vos.
Quiero decirte tantas cosas que curiosamente no encuentro las palabras, no me sale, empiezo a escribir y borro, pareciera que todas las expresiones que escribo hoy “quedan chicas”, no llegan a decir lo que quiero decir. Lo intento, es solo algo, como una foto que espeja lo real pero no es lo real.
Te admiro.  No te lo dije nunca creo, pero es cierto: te admiro. Vos tenés esa capacidad de creer y de darle siempre para adelante. De no bajar los brazos. Tenés la virtud de la constancia, contra viento y marea. Pienso en todas las cosas que viviste que no fueron fáciles, que fueron dolorosas, que fueron tristes, y te veo así con esa capacidad de aceptación, de confianza, de una fe a prueba de todo. Y eso es un regalo que repartís. Quiero heredar un poco de eso cada día, desde ahora.
Te debo, especialmente a vos, el regalo de la fe. Uno la hereda, y sé que la heredo sobre todo de vos: la fe que me sostiene, que llena de sentido mi camino, que me hace desear buscar con corazón todo lo que vivo. Mi catequistaprincipal. Espejás una imagen muy clara del Dios en el que creo…(no digo que seas dios eh!) pero tu vida, tu modo de ser, de vivir, sí me muestran un bello rostro de Dios.
Siempre digo “mi papá es BUENO”. Y esa palabra me parece tan enorme cuando la digo de vos, y te calza justo, así de grande. No sabés de intenciones torcidas, vos sos noble, sos optimista, sos esperanzado, sos luchador, sos compañero, sos presente, sos generoso. Si tenés 20 vos das 30, siempre más de lo que tenés. No sabés decir no, y aunque alguien pensara que eso es una limitación o una debilidad, en vos se vuelve pura virtud. Es tu capacidad de entrega en lo cotidiano, que te hace grande pa, te hace grande de verdad! Quiero heredar tu modo de ser bueno, tu nobleza de alma, tu generosidad.
Sos divertido. Me hacés reír, nos hacés reír. Nos reímos con vos. Sé que lo heredo notablemente. Me río tanto con mis hijas que ahora lo entiendo y vivo del “otro lado”. Ellas se ríen de mí, se ríen conmigo, y esa complicidad es mágica. Ahora entiendo de donde me viene eso. Sos alegre, sos de una alegría simple. No necesitás grandes cosas para reír.
Sos todo corazón. Siempre te decíamos que se te “pegaban” cada personajes en la vida. Hasta te has recibido “retos” por darles lugar a algunos que se “aprovechaban de tu nobleza”; y no creo en tu ingenuidad extrema, no creo que no te dieras cuenta de que algunos querrían sacar tajada de vos. Creo que no te importaba, simplemente estabas ahí, con gratuidad.
¿Sabés papá? Me siento orgullosa de ser tu hija, orgullosa de la familia que supiste y quisiste y soñaste formar con mamá, orgullosa del apellido, orgullosa de que mis hijas te amen de esa forma y seas también para ellas en nuestra situación un pilar tan especial, orgullosa de vos, de tus logros.
Sos un gran papá, el mejor. ¡Cuanto nos quiere Dios a todos nosotros, a nuestra familia, para regalarte a cada uno de nosotros!
Te quiero mucho papá! FELIZ DIA PARA VOS!!!
te dedico esta canción, cada vez que la escucho pienso en vos…



domingo, 10 de junio de 2012

La luna con gatillo (un poema de Raúl Gonzalez Tuñón)


Es preciso que nos entendamos.
Yo hablo de algo seguro y de algo posible.
Seguro es que todos coman
y vivan dignamente
y es posible saber algún día
muchas cosas que hoy ignoramos.
Entonces, es necesario que esto cambie.

El carpintero ha hecho esta mesa
verdaderamente perfecta
donde se inclina la niña dorada
y el celeste padre rezonga.
Un ebanista, un albañil,
un herrero, un zapatero,
también saben lo suyo.

El minero baja a la mina,
al fondo de la estrella muerta.
El campesino siembra y siega
la estrella ya resucitada.
Todo sería maravilloso
si cada cual viviera dignamente.

Un poema no es una mesa,
ni un pan,
ni un muro,
ni una silla,
ni una bota.

Con una mesa,
con un pan,
con un muro,
con una silla,
con una bota,
no se puede cambiar el mundo.

Con una carabina,
con un libro,
eso es posible.

¿Comprendéis por qué
el poeta y el soldado
pueden ser una misma cosa?

He marchado detrás de los obreros lúcidos
y no me arrepiento.
Ellos saben lo que quieren
y yo quiero lo que ellos quieren:
la libertad, bien entendida.

El poeta es siempre poeta
pero es bueno que al fin comprenda
de una manera alegre y terrible
cuánto mejor sería para todos
que esto cambiara.

Yo los seguí
y ellos me siguieron.
¡Ahí está la cosa!

Cuando haya que lanzar la pólvora
el hombre lanzará la pólvora.
Cuando haya que lanzar el libro
el hombre lanzará el libro.
De la unión de la pólvora y el libro
puede brotar la rosa más pura.

Digo al pequeño cura
y al ateo de rebotica
y al ensayista,
al neutral,
al solemne
y al frívolo,
al notario y a la corista,
al buen enterrador,
al silencioso vecino del tercero,
a mi amiga que toca el acordeón:
-Mirad la mosca aplastada
bajo la campana de vidrio.

No quiero ser la mosca aplastada.
Tampoco tengo nada que ver con el mono.
No quiero ser abeja.
No quiero ser únicamente cigarra.
Tampoco tengo nada que ver con el mono.
Yo soy un hombre o quiero ser un verdadero hombre
y no quiero ser, jamás,
una mosca aplastada bajo la campana de vidrio.

Ni colmena, ni hormiguero,
no comparéis a los hombres
nada más que con los hombres.

Dadle al hombre todo lo que necesite.
Las pesas para pesar,
las medidas para medir,
el pan ganado altivamente,
la flor del aire,
el dolor auténtico,
la alegría sin una mancha.

Tengo derecho al vino,
al aceite, al Museo,
a la Enciclopedia Británica,
a un lugar en el ómnibus,
a un parque abandonado,
a un muelle,
a una azucena,
a salir,
a quedarme,
a bailar sobre la piel
del Último Hombre Antiguo,
con mi esqueleto nuevo,
cubierto con piel nueva
de hombre flamante.

No puedo cruzarme de brazos
e interrogar ahora al vacío.
Me rodean la indignidad
y el desprecio;
me amenazan la cárcel y el hambre.
¡No me dejaré sobornar!

No. No se puede ser libre enteramente
ni estrictamente digno ahora
cuando el chacal está a la puerta
esperando
que nuestra carne caiga, podrida.

Subiré al cielo,
le pondré gatillo a la luna
y desde arriba fusilaré al mundo,
suavemente,
para que esto cambie de una vez.

sábado, 2 de junio de 2012

INVIERNO...



Todo alrededor sugiere ir hacia adentro. 
No es conveniente ahora demasiada expansión hacia otros lados. El invierno viene a poner pausa a alguna voluntad de distracción. Será necesario aprender a disfrutarse, a esperarse, a tenerse paciencia. Será vital aprender otro ritmo, aceptar la incertidumbre, el "no ver" florecer nada. Aceptar las inclemencias de un tiempo distinto. Estar en casa-corazón. 

No coincide Invierno con mis propias ganas de andar explorando esta casa. Una vez más, no coincido conmigo misma. 
Un tironeo necesario entre voluntad y necesidad, entre  realidad y deseo, entre sentires y posibilidad de resistirme

Estar en casa. Ver reducidos los espacios, y topar una y otra vez con las mismas cosas.  Percibir que algunas  han dejado de ser familiares, que llevo un tiempo sin advertirlas, que casi no reconozco mi hogar. Encontrar lo que no querría tener dentro, lo que ahora me urge "re-ubicar". Será volver a hacerlo propio o desprenderme de ello porque ya no dice nada de mí.

El invierno, se cuela por alguna ventana y necesito sentir abrigo, cobijo. La casa se vuelve más oscura.
Afuera todo confabula para que finalmente me parezca oportuno y necesario estar dentro. Y yo sin voluntad, sin particular deseo de adentrarme, lo hago ahora. Tampoco es cuestión de ser tan necio. 





(me perdonará mi amigo español que cree que a veces me vuelvo algo intimista, la vuelta del descanso sale así) 



lunes, 14 de mayo de 2012

viernes, 27 de abril de 2012

Hay gente...


Hay gente que con solo decir una palabra
enciende la ilusión y los rosales
que con solo sonreír, entre los ojos
nos invitan a viajar por otras zonas
y nos hacen recorrer toda la magia

Hay gente que con solo dar la mano
rompe la soledad, pone la mesa
sirve el puchero, coloca guirnaldas

Que con solo empuñar una guitarra
hace una sinfonía de entrecasa

Hay gente que con solo abrir la boca
llega hasta los confines del alma
alimenta una flor, inventa sueños
hace cantar al vino en las tinajas
y se queda después como si nada

Y uno se va de novio con la Vida
desterrando una muerte solitaria
pues sabe que a la vuelta de la esquina
Hay gente, que es asi.......tan Necesaria

Autor: Hamlet Lima Quintana


¿Escribo nombres? ¿Pongo fotos? ¿Relato alguna historia? ¿Expongo sentires que se agolpan todos juntos ahora mismo cuando pienso? ¿Redirecciono a alguna otra entrada de blog que ya los nombra? ¿Les brindo un homenaje silencioso? 
Podría todo esto junto y sería poco todavía. Hay días en que la memoria es necesaria, urgente, vital. Hoy es ese día para mí. El corazón se entibia y descansa en el recuerdo de encuentros, de palabras, de situaciones compartidas. Hay todo un colchón de gestos de ternura y cuidado para mí, en los recuerdos vivos de tanta gente que quiero y quise, de otros que me quieren o me han querido. Personas para mí tan necesarias, tan únicas. 
Basta solo el recuerdo para ponerse de novio con la VIDA si acaso se insinuara la "muerte solitaria".

Solo puedo decir GRACIAS por hacer, de la mía, una vida más feliz.

jueves, 19 de abril de 2012

Derroche de ternura

Tus ojitos hoy derrochaban sorpresa, amor, alegría. 
Se te salía el corazón del pecho, pude sentirlo, cuando vinieron a buscarte a la Guardería, y tu mami venía "sin panza" y con un regalito hermoso entre los brazos.

Con que inocencia y con qué orgullo de hermano mayor le preguntaste a ella: "¿este es mi hermano?
Le tocaste la nariz con la punta de un dedo, con una ternura indecible, y le dijiste: "Hola hermanito, acá estoy", asumiendo totalmente que el que había esperado más de los dos, había sido él. Pienso y sonrío: ¡al fin te conoce!

Mientras tanto, tu mami, la otra "seño", y yo no pudimos disimular ni un poco la emoción, se nos llenaron los ojos de lágrimas y aunque poco dijimos, no dudo que las tres recibimos esta tarde un regalo inmenso en tu gesto tierno, en tu mirada feliz, en la emoción y el orgullo de decirle a todo el mundo "acá está mi hermano, es mi hermano". 

Te veía correr de un lado a otro haciendo lo posible para que todos los que estábamos ahí no fuéramos a perdernos esta maravilla. 

¡Ayyy, maestro de 4 años! 
Hoy me enseñaste la TERNURA. 
Hoy: tu mamá, vos, el hermanito, y  tu papá no rindiéndose frente a la enfermedad, fueron para mí el rostro de la ESPERANZA; un guiño cariñoso de mi Dios.





viernes, 6 de abril de 2012

Estar en casa...

"Hay dos realidades a las que debes aferrarte. 
Primero, Dios ha prometido que recibiras el amor que has estado buscando. 
Y segundo, Dios es fiel a esa promesa. 
Entonces, deja de dar vueltas. Mejor vuelve a casa y confía en que Dios te traera lo que necesitas.Toda tu vida has estado corriendo, buscando el amor que deseas. Ahora es tiempo de terminar con esa búsqueda. Confía en que Dios te dara ese amor plenamente satisfactorio, y te lo dará de una manera humana. Antes de que mueras, Dios te ofrecerá la satisfacción mas profunda que puedas desear. Solo deja de correr, y empieza a confiar y a recibir. Tu casa es donde estas verdaderamente a salvo. Es donde puedes recibir lo que deseas. Necesitas manos humanas que te sostengan alli para que no vuelvas a escaparte. Pero, cuando vuelvas a casa y te quedes en ella, encontraras el amor que traiga alivio a tu corazón" 

 Nouwen- La voz interior del Amor.

miércoles, 4 de abril de 2012

Descanso...

Me regalás un espacio de "descanso". 
¡Qué extraño! vos me hablás de tu necesidad de descanso, físico, real, concreto; de una cuestión de salud que hoy especialmente te hizo detener el ritmo, pausar los movimientos, descansar... 
Vos HOY necesitado de descanso y dándote esa posibilidad para vos mismo, me regalás en abundancia descanso al alma.
Descanso que no es quietud ni silencio para mí, sino palabra y movimiento lindo por dentro. 

Un sentirme en casa que me encendió por dentro una sonrisa, que me devolvió un calorcito antiguo, trocando nostalgias en presente sereno...
Un sentirme en casa (no hablo de paredes, sí de historia) que tiene sabor a paz, a ver con ojos nuevos, a corazón sanando finalmente, a alegría...
Un sentirme en casa que es descubrirse amado, así como uno es...

desde lo profundo de mi corazón en fiesta
                                                              ...gracias!









jueves, 15 de marzo de 2012

Comparto un sueño...

Sueño con Italia desde hace muchos años, casi desde la mitad de vida hacia adelante. Un sueño que he mirado de lejos como si no fuera posible y alcanzable para mí.
Hasta esta mañana lo he definido como mi "único sueño material" cada vez que se me ha preguntado; pero ya no lo define eso. 
Italia es mucho más que un sueño material o un deseo de viaje "turístico".
Tengo la  intuición, de que ITALIA va a revelarme algo, es difícil de explicar. No sé que sería, pero la certeza de que tengo que ir allí se hace cada vez más fuerte, quizás demasiado viaje para no saber qué es lo que "busco" o espero, pero no importa, aún cuando  a algunos les parece un sueño "innecesario" lo deseo profundamente.
Me mantiene en movimiento. Ahorrar, aprender el idioma, leer italiano, aprender canciones, mirar mapas, fotos, lugares, vivir con aquel horario tan presente... 
Y lo otro, los lugares que para mí misma tienen una importancia particular, esos que quizás no figuren especialmente en un catálogo turístico. 
Uno de esos lugares se llama "Compañeros de camino". Dos que andan por aquellos lados y que son tan especialmente importantes para mí. Y otros dos que vivieron entre 800 y 200 años atrás: un tal Francisco de Asís y un tal Juan Bosco de Turín.

Ahora, lejos todavía de poder comprar los pasajes, he comenzado mis clases de italiano: esta parte del camino insiste en hacerme comprender la importancia de disfrutar; "toco" el sueño en este paso concreto, lo disfruto, me divierte, hace rato que no vivía con tanta alegría un espacio personal.

Es una entrada casi "para mí", una compartida en voz alta o letra escrita, que para mí es casi lo mismo...

Me voy a clases.

Arrivederci!



sábado, 18 de febrero de 2012

SER en el OTRO


A veces me abrís tu vida y tu historia, te "relatas" frente a mí con palabras o gestos, con silencios y escucha. No soy consciente las más de las veces, de que lo que me das entonces es reflejo o revelación de mi historia y mi vida en algún punto. 
Pero cuando pasa, cuando te recibo atendiendo a cada señal de tus ojos, de tu voz, y de tu "vos" enteramente vos, algo en mí se conmueve de un modo que no podría describir. Entre asombro y emoción; entre deseos profundos de recibirte, y necesidad de dejarme impregnar por eso "tuyo" que traés en absoluta gratuidad. 
Cuando pasa, tu vida trae un eco intenso que me hace sintonizar en maravillosa armonía con el mundo y conmigo. Un instante hermoso en donde todo es perfectamente  exacto, sin disonancias.
Cuando pasa, siento que podría mi alma cobijarse en la tuya y encontrarse en abrazo. No sé si recibo o soy quien recibe. Quizás es darse y recibirse mutuamente, más que eso, un disolverse las fronteras  y experimentar una real comunión -ser uno, el mismo-.
Cuando eso pasa, tomo conciencia de que lo que soy y mi identidad más honda se me revela y descifra no solo en las profundidades de la propia alma, sino en la profundidad del encuentro con el "otro". 
Entonces en vos estoy también. Entonces en mí estás vos. Somos parte de lo mismo. Juntos nos relatamos nuestra verdadera historia, para poder respondernos en verdad quiénes somos, para poder descubrirnos el sentido. 
...

Sea que nos encontremos, sea que no nos conozcamos, sea que tengamos o no conciencia de esa comunión, tu vida, Su vida, mi vida, están misteriosamente entrelazadas.

De algún modo muy intenso percibo ahora que cada "otro", 

también, 

soy yo. 


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