“En donde quiera que se viva,
como quiera que se viva,
siempre se es un exiliado”
(Álvaro Mutis)
Más de una vez me siento expulsado
y con ganas de volver al exilio que me expulsa
y entonces me parece que ya
no pertenezco a ningún sitio, a nadie
¿será un indicio de que nunca más
podré no ser un exiliado?
¿qué aquí o allá o en cualquier parte
siempre habrá alguien que vigile y piense
éste a qué viene?
Y vengo sin embargo
tal vez a compartir cansancio y vértigo
desamparo y querencia
también a recibir mi cuota de rencores
mi reflexiva comisión de amor
en verdad a qué vengo
no lo sé con certeza
pero vengo
(Mario Benedetti)
y yo...
3 comentarios:
Vivir lejos de la tierra que a uno le vio nacer siempre es difícil, y aun más si es lejos de su familia. Pero hay un exilio interior también, y el exilio del místico, que descubre que por lejos que vaya nunca llegará a ninguna parte, porque el cielo está en todas partes y en ninguna. Es terrible cuando caemos de pronto en la cuenta de que somos peregrinos siempre, por eso necesitamos ciertas patrias temporales, como la familia, la comunidad, la amistad.
Gracias Manuel! Yo no comprendía porque tengo patrias temporales aunque las vivo, las siento.
Ser peregrino es estar en viaje permanente. La vida, el viaje. La muerte, el viaje.
No es malo el eterno peregrinar. Lo prefiero al estancamiento y a quedarse para mirar como pasan los demás.
Yo emprendo camino y a mi lado van otros peregrinos. Hermanos, amigos, compañeros, desconocidos. Unidos por el mismo afán de dirigirse hacia...
Hasta el místico deambula en búsqueda de ese algo que lo completa y anima a seguir.
Tengo la profunda certeza de que ciertos "exilios" nos llevan a lugares a los que nunca llegaríamos,de no estar forzados a abandonar otros sitios que aferramos. Exilios dolientes y benditos,que paradójicamente,nos alejan de lo que creemos nuestro para acercarnos mucho más profundamente a lo más autenticamente nuestro.Gracias, amigos,por compartir,hoy me hicieron bien.
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