De EsPeRa AbIeRtA...(la Maestra)

Qué difícil estar abiertos a lo que viene. Aceptar que lo que vivimos, nos pasa, o sucede a nuestro alrededor escapa la mayoría de las veces a nuestro control. Logicamente a nadie se le ocurre cuestionar lo bueno que le llega aunque sea inesperado, pero cuando lo que tenemos que afrontar y abrazar es dolor, es impotencia, es limitación, es desconcierto, es cruz...nos surge como una fuerte necesidad de no perder el control de las cosas. Nos desesperamos, nos angustiamos de más, nos preocupamos, nos enfermamos incluso. La espera abierta no es nada fácil. Es imprescindible confiar, estar atentos a la escucha, dispuestos, entregados, pacientes, sin tanto ruido por dentro.

Dice Nouwen una vez más:

"Tratemos de imaginar lo que María quiso decir con las palabras: "Soy la esclava del Señor; hagase en mí según tu palabra" (Lc 1,38). Quiso decir: "No sé lo que significa, pero confío en que van a ocurrir cosas buenas." Confió tan profundamente que su espera estaba abierta a todas las posibilidades. Y ella no quería controlarlas. Creía que si escuchaba con atención, podía confiar en lo que iba a suceder.

La espera abierta es una actitud inmensamente radical hacia la vida. Como también lo es confiar en que algo que sobrepasa nuestra imaginación va a sucedernos. Y también lo es dejar de controlar nuestro futuro y permitir que Dios defina nuestra vida, confiando en que Él nos modela con su amor, y no según nuestro miedo.

La vida espiritual es una vida en la que esperamos,presentes de manera activa al momento, confiando en que nuevas cosas van a pasarnos, cosas que van más allá de nuestra imaginación, fantasía opredicción. Ésta es realmente una mirada muy radical hacia la vida, en un mundo preocupado por controlar."