Querido Angel Luis.
a veces creo que te imagino.
Tus apariciones son demasiado espaciadas, pero tan oportunas que no hay nada que reprochar.
Aquel primer correo, un 8 de septiembre de hace muchos años, saltaste del anonimato para decirme las palabras justas, como si Alguien hubiera estado dictandote lo que mi alma ese día, tan difícil, necesitaba recibir. No te conocía y me hiciste ese regalo.
Hace poco, de nuevo en mi carpeta de entrada. Quise responderte y de hecho lo hice; pero, al rato, un mensaje con leyenda "este correo ha sido rechazado" llegó a mí y me dejó recalculando. Tengo problemitas con el rechazo, aunque creo que habrá algo de la tecnología o de la capacidad de tu casilla de mensajes haciendo lo suyo. Quizás se trate de aprender a "recibir".. y solo eso.
Entonces, ahora que pasaron unos días, y como si nadie más fuera a leer por acá, va esta botella al mar con mi mensaje para vos, por si llega, por si aún estás del otro lado.
Angel, voy a ser abuela dentro de poco. La vida sigue haciendo lo suyo, y nos desborda con sorpresa y espera. La ilusión es tanta, que todo lo que ha sido dificultad, desconcierto e incertidumbre hasta aquí, se va diluyendo lentamente.
Ojalá te llegue..
Con paz.
y mate..
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