¿Te perdiste? En algún lado el deseo quedó desconectado de vos y a veces no te reconoces.
La queja más o menos evidente, el desgano, a veces una tristeza que no sé de donde te llega. También lo otro, una fuerza inusitada que te nace para acompañar sobre todo la vida de otros y otras que estan cerca.
Te mirás y te reprochás por las veces que no te haces cargo de vos misma y lo que te pasa. Por comodidad, por creer que no estás para más sobresaltos ni cambios ahora, por pensar que no resistís más frentes abiertos.
La vida nos sigue interpelando, quizás por eso no llega la calma en el formato que esperás. Empiezo a intuir que irá mutando nuestra mirada, nuestro modo de recibir y atravesar lo que nos pasa, la manera en que actuaremos frente a esas cosas. Que volveremos a abandonar la certeza de que teníamos alguna respuesta para las preguntas importantes del vivir, y que ojalá, habremos vuelto a la humildad de pararnos frente a las cosas sin"saber" qué hacer ni qué responder, pero con el deseo abierto a Vivir.
Lo importante no es llegar, lo importante es el camino.
No hay comentarios:
Publicar un comentario