LEVANTAR LA MIRADA
Esperanza que construye mientras espera
domingo, 19 de octubre de 2025
Madres.
sábado, 27 de septiembre de 2025
Otoño en Primavera
Ellos llevaban practicamente toda la vida juntos. Él pisaba los 90, ella algunos años más joven. Por esas cosas de la vida el complemento llegó de esta manera: él un hombre absolutamente lúcido, de mente despierta y con el cuerpo un poco "achacoso" por el paso del tiempo; ella por el contrario, físicamente casi óptima, pero perdida por efectos del Alzheimer que avanzaba a pasos gigantes.
Ese día en el portal de la casa, entregué el reloj, y hablamos del tiempo, de la vida, del amor y otras yerbas. Él rezongaba porque ella le daba bastante trabajo, aunque en ese momento estaba aliviado porque ella hacía su siesta. Entre una cosa y otra me habló de una promesa, y fue clarito y contundente en eso: se habían prometido acompañarse hasta el final. Era una promesa hecha en los buenos tiempos, muchísimo antes de que las cosas se pusieran difíciles.
No teníamos nosotros demasiada confianza, pero ese día él me compartía esa promesa visiblemente emocionado; y yo recibí el testimonio absolutamente conmovida.
No hablo de amores románticos, de películas. Hablo de que en esta casa, incluso con cansancios, con grandes alegrías pero tambien con tristezas profundas, con impaciencias, con todo lo que podría agregarse en un listado de limitaciones (que desconozco, pero que quiero traerlas aunque sea en "supuestos"); hubo una promesa sostenida en Amor.
Hoy él se despide de este plano. Alguien que quiero me pide que rece para que llegue pronto al Cielo. Y rezo, sí. Pero si el Cielo existe (y yo lo creo) él estará yendo derechito a fundirse en un abrazo con Juan.
domingo, 31 de agosto de 2025
EN RUINAS..
Es probable que ya no haya nadie por aquí, pero si es que la casualidad o el viento te traen para este lado, te adelanto que no es que traiga ideas "brillantes", apenas un compartir, solo eso.
Vuelvo a la idea que va dando vueltas mientras me preparo mi café con leche. Las ruinas se me aparecen de pronto en los pensamientos, y lo que sigue es mi propia percepción de lo que me pasa cuando estoy, literalmente hablando, en medio de ellas.
Hay en esos paisajes algo que me cautiva, que me atraviesa, que me despierta. Donde otros ven roto y deshecho mis ojos ven historia, vida, y belleza.
Piso esos lugares con cuidado, casi pidiendo permiso, advirtiendo que hubo otros muchisimo antes que yo en estos lugares y que merecen mi respeto.
Las ruinas dan cuenta de una historia, son signo y señal de que aquí pasaron cosas.
Convocados a apreciar. Y esto me parece bien bonito: no tenemos que HACER NADA. No estamos llamados a arreglar, a restaurar, a mejorar las ruinas. Repito: estamos convocados a apreciar. Me encanta.
Ahora sí, como si antes no se hubiera estado entramando algo de esto, la metáfora me sonríe. Las otras ruinas, las de adentro de unos y otros, nuestras demoliciones y desgastes internos, merecen ser tratados con cuidado y respeto propio y ajeno.
Y una última nota, para ruinas literales y metafóricas: hay posibilidad de novedad, de paisajes nuevos que se crean en torno a lo que estaba, de nuevas maneras de habitar esas historias, y sobre todo, de otros y otras convocados a visitar-disfrutar-apreciar-cuidar-estar-permanecer...
sábado, 30 de agosto de 2025
PAUSA
sábado, 16 de agosto de 2025
ITACA personal. Parte mil.
viernes, 15 de agosto de 2025
domingo, 5 de mayo de 2024
En la noche..
Las luces se esfuman y todo alrededor pierde forma, perfil, realidad. Todo se desvanece. Nos gana la tristeza, la nostalgia por lo que teníamos y ya no está; nos abruma la condición de ceguera externa, este "no ver" que nos deja perdidos y asustados, incomprendidos y en una soledad que aunque no es real se vive como si lo fuera.
La noche nos aturde por efecto de vacío, nos impone quietud a cuenta de supervivencia, al tiempo que nos agita los latidos también a misma cuenta.
La noche acentúa el estado de alerta, y nos crece la certeza de que todo peligro será advertido tarde, de que nos falta perspectiva, de que hay demasiado impredecible alrededor.
La noche, también, nos unifica pues, despojados de todo lo demás, se vuelve oportunidad de mirarnos con otra simpatía, con un registro nuevo, con otra pasaje de revista: recorrido, memorias, sentires, miedos, miradas -actualizado-.
La noche nos acoge, nos abraza, nos susurra alguna Paz que viene de lo Alto.
La noche nos propone abrir los ojos, soltar lo seguro, abrir los ojos...abrir los ojos...
A B R I R LOS OJOS.
Puede que entonces, algunos faros en vocación de marcarnos camino, se hagan evidentes, descifremos las coordenadas, y retomemos movimiento más confiados y más fortalecidos
"No es la luz lo que importa en verdad, son los doce segundos de oscuridad". (Drexler)
lunes, 12 de junio de 2023
LA COPA MEDIO LLENA
"La vida no para, no espera, no avisa."
viernes, 20 de mayo de 2022
Rezo..
"-¿Por qué estás tan enojado? últimamente te vemos peleador, con cara de enojo.. ¿Qué pasa?"
Tus siete me parecieron diecisiete esta vez, y me reprendí a mi misma por mi falta de detalle, por mi poca memoria, y entonces me "descalcé" el alma para entrar en el sagrado lugar de tu tristeza, tan real, tan genuina, tan honda, tan injusta.
-Porque murió mi hermana y ya no la veo más -dijiste tras un respiro hondo y necesario para poder sacar fuera con una claridad admirable tus razones.
El diálogo continuó: de mi parte intentando hacerte saber que tenés razón de sobra para estar enojado, y animándote a sanar el corazón. De tu parte, con la constatación de que la vida de tu mamá y la tuya ya no son lo mismo desde aquel día. De que mamá antes era feliz pero ahora...
Y lo dijiste así, y se me heló el alma. Es demasiado. ¡Cómo no estar enojado! hablamos de tu hermana y sonreíste cuando te dije que ella era linda y "piola". -Sí!- dijiste, era muy piola, ella era buena- agregaste. Me contaste que hicieron locuras juntos. Te contesté que era lindo recordarla así, que ella vive en los recuerdos de las cosas que compartieron.
Era una conversación de adultos. A esta hora te traigo a mi rezo amiguito. Que la Auxiliadora arrope el alma de tu mamá y la tuya, y vuelvan pronto a la paz y la alegría.
sábado, 31 de julio de 2021
Volviendo.
Escribo como si estuviera sola, como al comienzo cuando no imaginaba el alcance de un blog ni los ecos que tendría. Exactamente así, ahora mismo, sentada frente a un teclado nuevo que me permite escribir como si bailara. La vuelta al blog, casi casi como un volver a mí.
Abro la puerta y las ventanas. Dejo que la luz lo invada todo. Recorro con los ojos emocionados cómo es ahora esta casita tan querida por mí, ¿Qué queda de la mirada de esperanza que tenía entonces? ¿Cuáles son mis nuevas esperas abiertas?¿Acaso sean las mismas, transformadas? Soy la misma y distinta. Bordeando los cincuenta, me parece ser menos ingenua, ya no voy sobre caballos desbocados. Aprendo que el tiempo es un tesoro, y asumo que la esperanza me ha traído hasta aquí. Tengo pocos pendientes. Y los que tengo no los visualizo a largo plazo. Los sueños me invitan desde un horizonte más cercano; casi como una mamá animando a que el hijito dé los primeros pasos , esperándolo a una distancia corta con los brazos extendidos para que aquel tome coraje y se lance, para que no se acobarde, para que no se sienta en desamparo. Así los sueños nuevos, extendiendo sus brillos, haciéndose desear, pero cuidando que no abandone. De a un paso por vez, como al comienzo.
La sensación de que no hay tiempo que perder. La certeza de que hay una vida en estreno todavía, aunque traiga varios calendarios encima. La comprensión nueva de una finitud que ahora no me es indiferente. El corazón reconciliado conmigo, aceptándome la imperfección, y dejando de presumir lo que no se es. El alma y el rostro sin maquillaje, sin impostar, con la mayor verdad que puedo (que ojalá sea toda)
Mientras tanto, algo en el alma grita, canta, proclama: QUIERO VIVIR, y no es una obviedad: es una nueva canción.

.jpeg)









.jpg)
